Historia de Estambul

Lo que hoy se denomina Estambul asiática fue probablemente habitada por personas ya en el año 3000 antes de Cristo. Finalmente, en el siglo VII, colonos griegos dirigidos por el rey Byzas establecieron la colonia de Bizancio, nombre griego de una ciudad en el Bósforo. Byzas eligió el lugar tras consultar a un oráculo de Delfos que le dijo que se estableciera frente a la «tierra de los ciegos». De hecho, Byzas llegó a la conclusión de que los anteriores colonos debían de estar privados de la vista para haber pasado por alto este magnífico emplazamiento en la desembocadura del estrecho del Bósforo. Esta decisión resultó ser muy acertada para Byzas, ya que la historia ha demostrado que la ubicación de Estambul es mucho más importante de lo que estos primeros colonos griegos podrían haber concebido. Byzas dio su nombre a la ciudad: Bizancio.

A principios del siglo XIX, pasó a formar parte del Imperio Romano y en el año 306 d.C., el emperador Constantino el Grande convirtió a Bizancio en capital del Imperio Romano de Oriente. A partir de ese momento, la ciudad fue conocida como Constantinopla.

La mitad del año 400 d.C. fue una época de enorme agitación en el imperio. Los bárbaros conquistaron el Imperio Romano de Occidente mientras que el de Oriente, también llamado Imperio Bizantino, mantuvo Constantinopla como capital. En el año 532, durante el reinado de Justiniano I, los disturbios contra el gobierno destruyeron la ciudad. Fue reconstruida, y destacadas estructuras como Santa Sofía se erigen como monumentos a las alturas que alcanzó la cultura bizantina.

El atributo que hacía a la ciudad tan deseable, su incomparable ubicación para el comercio y el transporte entre tres continentes, fue también su némesis. Durante los siguientes cientos de años, persas, árabes, pueblos nómadas y miembros de la Cuarta Cruzada (que durante un tiempo gobernaron la ciudad) atacaron Constantinopla.

En 1453, cuando Constantinopla estaba tan debilitada por las casi constantes invasiones y batallas, los turcos otomanos dirigidos por el sultán Mehmet II lograron conquistar la ciudad. Rebautizada como Estambul, se convirtió en la tercera y última capital del Imperio Otomano. Fue el centro neurálgico de las campañas militares que iban a ampliar el Imperio Otomano de forma espectacular. A mediados del siglo XVI, Estambul, con una población de casi medio millón de habitantes, era un importante centro cultural, político y comercial. El dominio otomano continuó hasta que fue derrotado en la Primera Guerra Mundial, lo que hizo que Estambul fuera ocupada por los aliados.

Cuando nació la República de Turquía en 1923, tras la Guerra de la Independencia, Kemal Ataturk trasladó la capital a la ciudad de Ankara. La ciudad de Estambul ha seguido expandiéndose de forma espectacular y hoy su población supera los 15,5 millones de habitantes y aumenta a un ritmo estimado de 700.000 personas al año. La industria se ha expandido al mismo tiempo que el turismo. Sigue siendo una ciudad que crea su propia historia en el punto de encuentro de los dos continentes; Europa y Asia.

Algunos de los barrios interesantes de la ciudad son: Sultanahmet, Haydarpasa, Üsküdar, Eyüp, Galata, Pera, Ortaköy, Taksim, Eminönü, Fatih, Balat y el Bósforo. Las Islas Princesa son un lugar de veraneo muy popular entre la población local.

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