El aumento de las tasas de competencia y graduación para todos los estudiantes, independientemente de su origen o identidad, ha sido durante mucho tiempo un enfoque de la política educativa en los Estados Unidos. Como resultado, los maestros tienen la tarea de cerrar las brechas académicas y de oportunidades.
Para ayudar a los estudiantes con dificultades a lograr los avances críticos en la lectura que necesitan, considere la incorporación de los siguientes 6 consejos en sus planes de instrucción diaria.
1. Personalice su ruta de aprendizaje
Con el gran tamaño de las clases de hoy en día, puede ser difícil para los profesores proporcionar una atención individualizada cuando los estudiantes tienen dificultades. Una forma de ayudar a los profesores a personalizar el aprendizaje de estos alumnos es utilizar la tecnología adaptativa. La tecnología adaptativa permite a los estudiantes trabajar a su propio ritmo y en su propio camino de aprendizaje. Mientras trabajan, los datos se recopilan en segundo plano y pueden utilizarse para informar de todas las fases de la enseñanza presencial, identificar a los alumnos que necesitan apoyo adicional y proporcionar estrategias de enriquecimiento para los alumnos avanzados.
Según un estudio en curso publicado por la Fundación Bill & Melinda Gates, cuando los profesores personalizan las experiencias de aprendizaje basándose en las necesidades únicas de los alumnos, pueden ocurrir grandes cosas. El estudio descubrió que los alumnos cuyos profesores utilizaron datos de evaluación para personalizar su aprendizaje mejoraron significativamente en lectura y matemáticas en comparación con escuelas similares que no empleaban enfoques de instrucción personalizados.
2. Ofrecer el nivel correcto de andamiaje en el momento adecuado
En educación, el andamiaje se refiere a una variedad de técnicas de instrucción utilizadas para mover a los estudiantes progresivamente hacia una comprensión más sólida y una mayor independencia en el proceso de aprendizaje. La incorporación del andamiaje educativo ayuda a los profesores a proporcionar niveles sucesivos de apoyo temporal y, según el Centro de Desarrollo Docente & de la Universidad del Norte de Illinois, el andamiaje libera a los estudiantes para que hagan preguntas, exploren el conocimiento y participen en su aprendizaje.
Estas estrategias de apoyo se eliminan gradualmente cuando ya no son necesarias, y el profesor transfiere gradualmente más responsabilidad del proceso de aprendizaje al estudiante. Para los lectores con dificultades, el andamiaje proporciona una capa adicional de apoyo que puede ayudar a reducir la frustración o el desánimo cuando los estudiantes intentan una tarea difícil sin la comprensión que necesitan.
3. Proporcionar una instrucción sistemática y acumulativa
La formulación de un objetivo de aprendizaje adecuado es sólo el primer paso de una instrucción eficaz. Un plan de aprendizaje sistemático -uno que los estudiantes puedan comprender fácilmente- puede aumentar el compromiso del alumno porque éste siempre conoce su progreso. Los lectores con dificultades deben recibir una instrucción sistemática y acumulativa. La instrucción sistemática está cuidadosamente pensada, se basa en el aprendizaje previo, va estratégicamente de lo simple a lo complejo y se diseña antes de planificar las actividades y las lecciones. La instrucción acumulativa proporciona múltiples oportunidades para practicar tanto las habilidades previas como las recién adquiridas, abordando los problemas de retención y automaticidad.
4. Realizar actividades multisensoriales
La enseñanza multisensorial es eficaz para todos los alumnos, pero es especialmente beneficiosa para los lectores con dificultades. El objetivo es encontrar los puntos fuertes de aprendizaje de cada alumno y aprovechar esos puntos fuertes para introducir nueva información. En lugar de explicar al alumno un concepto concreto, las actividades multisensoriales le permiten experimentarlo. La participación en estrategias y actividades que incorporan todos los sentidos puede ayudar a los estudiantes a comprender la nueva información de la manera que mejor les convenga.
5. Proporcionar recursos en casa para los padres
La implicación de los padres en la educación de un niño con dificultades puede suponer una gran diferencia. Una forma de implicar a los padres y mantenerlos informados sobre el desarrollo de la alfabetización de su hijo es ofrecerles formas de reforzar en casa las habilidades recién aprendidas. Muchos padres pueden sentirse intimidados por ampliar el aprendizaje de sus hijos, así que piense en proporcionar a los padres estrategias de lectura que puedan hacer que la lectura en casa sea divertida, como que el niño vuelva a contar pasajes con sus propias palabras mientras los padres leen un libro en voz alta.
6. Motivar y recompensar el éxito
No es ninguna sorpresa para ningún educador que cuando los estudiantes tienen dificultades, sus niveles de motivación y compromiso pueden disminuir. Para mantener a los estudiantes motivados, es importante reforzar positivamente el progreso y celebrar el éxito. Se pueden utilizar simples gráficos de progreso y certificados que destaquen lo que el estudiante «puede hacer» o añadir motivadores externos como elementos de gamificación, como insignias. Con el andamiaje adecuado, los alumnos pueden empezar a hacer un seguimiento de su progreso por sí mismos, ofreciendo un refuerzo intrínseco «siempre activo» del desarrollo positivo. Ese desarrollo se convierte en algo cíclico; los estudiantes quieren verse a sí mismos haciéndolo bien, por lo que siguen intentándolo. Los estudiantes están mucho más dispuestos a seguir intentándolo cuando se sienten exitosos y pueden ver el progreso que están haciendo.