Para la planificación del patrimonio, un representante personal es una persona o entidad encargada de administrar el patrimonio del fallecido y distribuir sus bienes de acuerdo con los términos de su testamento. Algunos estados utilizan los términos «albacea» o «ejecutor» para describir esta función. Por lo general, una persona nombra a un amigo cercano, a un familiar o a un profesional, como un contable o un abogado, para que actúe como su representante personal. Dado que la ejecución de una herencia puede llevar mucho tiempo y conlleva ciertas responsabilidades, a veces el testamento nombra a un segundo representante personal en caso de que la primera opción no acepte o no pueda aceptar el cargo.
Deberes y responsabilidades fiduciarias de un representante personal
Como se ha indicado anteriormente, una persona debe aceptar el papel de representante personal. Una vez aceptado, tiene un deber fiduciario para con el patrimonio y sus beneficiarios o herederos. Actuar como fiduciario es una enorme responsabilidad. Si se incumple este deber, un tribunal puede hacerles responsables personalmente de cualquier daño que causen.
El representante personal tiene muchas responsabilidades cuando administra una herencia. Las principales responsabilidades son:
- Obtener el testamento y notificar a los beneficiarios o herederos. Debe notificar a los beneficiarios o herederos nombrados en el testamento y proporcionarles información sobre lo que van a recibir.
- Localizar, reunir y hacer un inventario de los bienes del fallecido. Deben presentar un informe contable al tribunal testamentario.
- Pagar a los acreedores pendientes y presentar las declaraciones de impuestos finales. Antes de distribuir cualquier activo, deben utilizar los fondos de la herencia para pagar cualquier deuda pendiente.
- Distribuir cualquier activo restante a los beneficiarios o herederos nombrados en el testamento. Después de pagar todas las deudas, pueden empezar a distribuir los bienes restantes a los beneficiarios.
Destitución de un representante personal
Un tribunal testamentario puede destituir a un representante personal por mala conducta o por incumplimiento del deber fiduciario. Por ejemplo, si no presentan los documentos o los impuestos a tiempo, o si compran bienes de la herencia, el tribunal puede optar por destituirlos de sus funciones. Sin embargo, el mero hecho de tomar una decisión con la que los herederos o beneficiarios no estén de acuerdo no suele ser motivo de destitución.
Un tribunal también puede descalificar a un representante personal nombrado desde el principio si no cumple los requisitos del estado, por ejemplo, si la persona nombrada en el testamento es menor de edad o ha sido condenada por un delito grave. Por lo general, es necesario demostrar por qué se destituye a la persona, por ejemplo, porque es en el mejor interés del patrimonio.
Compensación de un representante personal
Debido a que existen importantes responsabilidades asociadas a esta función, a veces se puede recibir una compensación por el trabajo. En algunos testamentos se indica explícitamente cuánto se les debe pagar. Si el testamento no menciona el pago, el tribunal generalmente adjudica al representante personal según un cronograma fijo o por lo que el juez considere razonable dada la complejidad del patrimonio.
Aceptar el papel de representante personal es una decisión seria. Si tiene alguna duda o desea hablar con un profesional, puede consultar a un abogado para que le guíe en el proceso.