Productos de primeros auxilios para el cuidado de heridas

Clasificación de las heridas

Determinar el tipo y la gravedad de una herida es fundamental para aplicar un cuidado adecuado de la misma. Las heridas se clasifican en función de su gravedad y profundidad.1 Entre los ejemplos de heridas agudas se incluyen las abrasiones, los pinchazos y las laceraciones.1 Las abrasiones son una lesión de la parte epidérmica de la piel causada normalmente por el roce o la fricción.1,2 Los pinchazos son el resultado de un objeto afilado que perfora la capa epidérmica y se aloja en la dermis o en los tejidos más profundos.1 Las laceraciones están causadas por objetos afilados que atraviesan varias capas de la piel.1,2

Si las heridas agudas no se extienden más allá de la dermis, el autotratamiento suele ser adecuado.1 Se debe aconsejar siempre a las personas con heridas crónicas que busquen atención médica para evitar la posibilidad de infección.

Protocolo de cuidado de heridas

Los objetivos generales del tratamiento del cuidado de las heridas son promover la curación, prevenir la infección o las complicaciones posteriores y minimizar los efectos de la cicatrización.1 El autotratamiento de las heridas menores suele incluir los siguientes 3 pasos3-5:

1. Limpiar bien la zona afectada con agua y jabón.

2. Aplicar una pomada antibiótica para prevenir la infección.

3. Cubrir con un vendaje estéril para crear un entorno húmedo que favorezca la curación y minimice la incidencia de cicatrices.

Productos de venta libre para el cuidado de las heridas

Ejemplos de productos de venta libre para el cuidado de las heridas son los antibióticos tópicos, los irrigantes, los antisépticos, varios tipos de vendajes y los productos que ayudan a reducir la apariencia de las cicatrices.

Irrigantes y antisépticos para heridas

En muchos casos, la irrigación de la herida es necesaria para limpiar la superficie de la misma si hay suciedad o residuos.1 Puede utilizarse una solución salina normal o un jabón suave y agua. Además, existen diversos antisépticos tópicos para desinfectar la piel.

Los antisépticos sólo deben aplicarse sobre la piel intacta hasta los bordes de la herida.1 Algunos ejemplos de antisépticos de primeros auxilios son el alcohol etílico (48%-95%), el alcohol isopropílico (50%-91,3%), la solución tópica de yodo USP, la tintura de yodo USP, el complejo povidina/yodo (5%- 10%), el fenol alcanforado, los compuestos de amonio cuaternario y la solución tópica de peróxido de hidrógeno (0.13%).1

Antibióticos tópicos de primeros auxilios

Los antibióticos tópicos de venta libre disponibles incluyen polimixina B y una combinación de bacitracina, neomicina y sulfato de polimixina B. Algunos también contienen el anestésico lidocaína para aliviar el dolor. Estos productos están indicados para la prevención de la infección en cortes menores, heridas, raspaduras y quemaduras.1 Estos productos deben aplicarse después de que se haya limpiado la herida y seguido de la aplicación de un apósito estéril.

Para que las heridas cicatricen correctamente, es importante que los pacientes sean educados en el cuidado adecuado de las heridas. Durante años, muchas personas creían que las heridas menores debían dejarse al descubierto para que sanaran más rápidamente; sin embargo, las investigaciones han demostrado que las heridas al descubierto tienen más posibilidades de cicatrizar, de sufrir una posible infección y de volver a lesionarse.1,4,5 En la actualidad se considera que un entorno de cicatrización húmedo es el estándar de atención, ya que parece acelerar la cicatrización y puede minimizar las cicatrices y reducir la incidencia de infecciones.1,4,5

Es importante recordar a los pacientes que cubran adecuadamente las heridas menores con productos de vendaje adecuados, como Band-Aid (Johnson & Johnson), Nexcare (3M) o Curad (Medline Industries). Band-Aid cuenta con un producto de vendaje

con un antibiótico tópico para mayor comodidad, y

la pomada antibiótica Neosporin (Johnson & Johnson) está disponible en un pequeño envase portátil o en una forma de dosificación de un solo uso.

Se debe instruir a los pacientes para que cambien los apósitos sólo cuando estén sucios o no estén intactos.1,4,5 Muchos apósitos deben cambiarse cada 3 o 5 días a menos que se indique lo contrario. Los cambios frecuentes de apósitos pueden eliminar las capas epiteliales que reaparecen y pueden ralentizar el proceso de cicatrización.1,4,5 Se debe aconsejar a los pacientes que sigan utilizando los apósitos hasta que la herida muestre signos de cicatrización. Si se producen cicatrices, existen productos de venta libre que pueden ayudar a reducir su apariencia.

Debido a que ciertos medicamentos o condiciones médicas pueden dificultar o perjudicar la cicatrización, los farmacéuticos deben recordar a estos pacientes la importancia de seguir el protocolo para el cuidado de las heridas menores y deben ser alentados a buscar el consejo de su proveedor de atención primaria si es necesario. Siempre se debe aconsejar a los pacientes que busquen atención médica para las heridas que no muestren ningún signo de cicatrización después de 5 días de autotratamiento, o si la herida muestra signos de infección, como enrojecimiento o hinchazón. Entre los factores que afectan a la cicatrización de las heridas se encuentran la disminución de la perfusión y la oxigenación de los tejidos, la nutrición inadecuada, el aumento de la edad y la diabetes no controlada, así como el uso de determinados medicamentos (corticosteroides, antineoplásicos, anticoagulantes).1 â-

La Sra. Terrie es una escritora de farmacia clínica con sede en Haymarket, Virginia.

1. Benard D. Heridas menores e infecciones bacterianas secundarias. En: Berardi R, Newton G, McDermott JH, et al, eds. Handbook of Nonprescription Drugs. 16th ed. Washington, DC: American Pharmacists Association; 2009: 759-773.

2. Abrasiones. Merck Manual Online Web site. www.merck.com/mmpe/sec21/ch308/ch308a.html#sec21-ch308-ch308a-96. Accessed February 28, 2010.

3. Hollander JE, Singer AJ. Evaluación de las heridas. En: Tintinalli JE, Kelen GD, Stapczynski JS, Ma OJ, Cline DM, eds. Emergency Medicine: A Comprehensive Study Guide. 6th ed. Columbus, OH: McGraw-Hill; 2006:cap 40.

4. Clean, Treat, Protect. Wound Care. Sitio web de Band Aid. http://www.bandaid.com/cleanTreat.jsp. Consultado el 27 de febrero de 2010.

5.Sitio web de Neosporin. www.neosporin.com/firstaid/pdf/sciencefactsheet.pdf. Consultado el 25 de febrero de 2010.

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