Med/Lat. Epicondilitis (codo de tenista)
La epicondilitis lateral (codo de tenista) es la afección más común del codo. Es una afección inflamatoria que produce dolor localizado alrededor de la región lateral del codo y la región dorsal del antebrazo. Aunque a menudo se incluye en la categoría de tendinitis, en realidad es el resultado de una lesión del origen musculotendinoso del extensor en el epicóndilo humoral lateral. Esta afección también puede implicar cambios degenerativos del ligamento anular y/o pinzamiento de la sinovia hipertrofiada en la articulación humoral radial.
¿Qué es?
El codo de tenista es un desgarro del tendón extensor común en su origen en el epicóndilo lateral. Estos desgarros se producen por sobrecarga mecánica durante actividades que tensionan las fibras del tendón. Las personas de mediana edad, entre 35 y 60 años, son las que más frecuentemente padecen esta afección. El dolor se desarrolla gradualmente y se intensifica en función de la actividad. Los síntomas se agravan al extender la muñeca contra la resistencia. Factores contribuyentes Aunque se conoce comúnmente como codo de tenista, pocas personas que presentan este problema practican algún tipo de deporte de raqueta. Las causas comunes que contribuyen a este problema son las actividades que requieren agarrar y tirar con la palma de la mano en una posición hacia abajo (postura de sobremano). Ocasionalmente, puede surgir de un golpe directo en la zona.
Diagnóstico
El diagnóstico se confirma por el hallazgo constante de dolor bien localizado en la cara lateral del codo producido con la extensión de la muñeca contra resistencia. El diagnóstico no debe establecerse basándose en un dolor vago e inespecífico del antebrazo.
Opciones de tratamiento no quirúrgico
El codo de tenista suele responder al tratamiento no quirúrgico. El tratamiento inicial debe hacer hincapié en el DESCANSO. Los ejercicios y el fortalecimiento de los músculos del antebrazo y la mano sólo agravan la afección y perpetúan la patología durante las primeras fases de curación. La terapia ocupacional y la fisioterapia son útiles para controlar la evolución del paciente. Diversas modalidades, incluida la iontoforesis, pueden ayudar a controlar los síntomas. Una muñequera adecuada y/o una férula para el codo de tenista suelen ayudar. Cabe destacar que esta afección puede tardar muchos meses en resolverse. Para el jugador de tenis, los cambios en el tamaño de la empuñadura de la raqueta, el peso, la composición y la rigidez, así como la instrucción, ayudarán a evitar esta lesión. En el lugar de trabajo, una evaluación ergonómica que ayude al trabajador a evitar patrones de actividad que requieran agarrar y tirar de la mano en exceso disminuirá los incidentes de esta lesión. Desgraciadamente, es difícil descansar completamente esta zona anatómica. Lo más probable es que la verdadera epicondilitis lateral responda rápidamente a una inyección de sangre o cortisona. La duración del beneficio varía de unas semanas a varios meses. Las inyecciones pueden repetirse hasta 2-3 veces si hay una buena respuesta. Después de las inyecciones, se aconseja a los pacientes que lleven un corsé y que sean vigilados en cuanto a sus síntomas. Muchos retoman sus actividades normales y trabajan sin restricciones. Los pacientes que responden a una inyección de sangre o de cortisona, pero que luego tienen una reaparición de los síntomas, se enfrentan a la elección de aceptar las limitaciones que estos síntomas conllevan o considerar la cirugía. Los pacientes que han respondido a una inyección de esteroides tienen un pronóstico excelente para mejorar con la cirugía.
Cirugía &Recuperación
La intervención quirúrgica consiste en el desprendimiento del origen del músculo extensor y la resección parcial del epicóndilo lateral. También se extirpa la sinovia hipertrófica, si está presente. Esta operación se realiza de forma ambulatoria con anestesia general. Tras la cirugía, el paciente se coloca una férula de brazo largo durante dos semanas, seguida de una suave amplitud de movimiento. A las cuatro semanas de la intervención, se añaden ejercicios de fortalecimiento gradual. La mayoría de los pacientes se sienten cómodos para realizar la mayoría de las actividades en casa y en el trabajo entre ocho y diez semanas después de la intervención. La recurrencia de la epicondilitis lateral es rara, y es muy poco habitual que sea necesario repetir la cirugía. Sin embargo, no es infrecuente que los pacientes expresen algún nivel de molestia musculotendinosa en la región del antebrazo. La mayor parte de este dolor es probablemente secundario a la debilidad por fatiga derivada del desacondicionamiento.
Epicondilitis medial (codo de golfista)
La epicondilitis medial, a veces conocida como codo de golfista, no es diferente de su homóloga en la cara lateral del codo. Afortunadamente, es menos frecuente y menos recalcitrante al tratamiento no quirúrgico. La epicondilitis medial se controla mejor con un plan de tratamiento bien organizado. Hay que tener en cuenta que tarda de seis a ocho meses en resolverse por completo. La cooperación y la comunicación entre el paciente, el empresario, el médico y el terapeuta son necesarias para obtener un resultado satisfactorio. La cirugía está indicada para los pacientes que han respondido a una inyección de cortisona pero tienen síntomas recurrentes. La terapia después de la cirugía es esencial para una recuperación completa. Los cambios ergonómicos en el lugar de trabajo desempeñan un papel importante en la prevención.