Qué hacer ante el sentimiento de vulnerabilidad – The Talking Room

Hay un vago malestar, algo te retiene; evitas actividades y te preocupas por cosas como el dinero y la seguridad cuando tu cerebro racional intenta decirte que no hay nada de qué preocuparse. Te sientes vulnerable: tu cerebro de supervivencia detecta que hay una amenaza y quiere que te pongas a cubierto (de ahí la evitación). Quieres quedarte «en la parte de atrás de la cueva» donde es seguro (más sobre esto aquí).

A veces es perfectamente obvio para ti por qué te sientes vulnerable:

  • Estás con una pareja abusiva
  • Te estás haciendo mayor y te enfrentas a la jubilación y, por tanto, a las preocupaciones financieras y a un desafío a tu idea de ti mismo como persona (no tendrás la validación de una profesión/trabajo/carrera)
  • La enfermedad (tu cerebro de supervivencia quiere que te pongas a cubierto porque has perdido la fuerza y por tanto la capacidad de luchar o huir de la amenaza (lucha/huida)
  • Tienes una personalidad sensible – la gente es amenazante en general.

(Ver más sobre el cerebro de supervivencia/emocional aquí).

¿Puede ser útil la vulnerabilidad?

Se ha dicho que la vulnerabilidad puede ser una ventaja – por ejemplo te hace más empático y compasivo.

No estoy seguro de que las personas vulnerables estén de acuerdo. Los sentimientos son generalmente incómodos. Te sientes estresado y esto puede desembocar en ansiedad y/o depresión.

Tu mundo está lleno de «¿qué pasaría si…?» y de miedos, o de resentimiento porque no conseguiste amasar suficiente riqueza; las superinversiones te decepcionaron, dejándote sintiéndote financieramente expuesto.

Aunque cualquier tipo de adversidad puede ser vista como una experiencia de aprendizaje, no estoy seguro de que la extienda a un activo.

Entonces, ¿qué puedes hacer para sentirte inseguro y vulnerable?

  1. Asegúrate de estar atento para detectar cuándo hay sentimientos de vulnerabilidad (a veces es un ‘vago malestar’ y no es inmediatamente obvio). Cuando detecte que hay vulnerabilidad, actúe.
  2. Practique una autoconversación positiva muy estricta. No dejes que tu cerebro preocupado se salga con la suya alimentando tus miedos. Deténgalos, déjelos ir y vuelva a centrarse. Recuerda que por cada «¿Y si?» hay un «¡Y qué!». No dejes que los miedos te impidan vivir tu vida de la manera que quieres.
  3. Ten siempre un plan (para los problemas, las preocupaciones, etc.) ¡Al cerebro le encanta un plan! Escríbalo.
  4. Intente rodearse de personas que le validen y le ayuden a sentirse fuerte – no de personas que alimenten sus miedos y sean negativas.
  5. Aumente su fuerza física – haga ejercicio regular y entrenamiento de fuerza. Sentirse físicamente fuerte ayudará a su cerebro de supervivencia a sentirse más seguro. Intente comer bien y dormir lo suficiente.
  6. Evite estereotiparse – Por ejemplo, actuar o hablar como «viejo» o «necesitado» para conseguir ayuda o atención. Si se da cuenta de que lo hace, deje de hacerlo.
  7. Vigile su lenguaje corporal y su tono de voz: la vulnerabilidad puede llevarle a «encorvarse» (convirtiéndose en un objetivo pequeño) o a hablar en voz baja. Esto es un esfuerzo inconsciente del cerebro de supervivencia para conseguir ayuda y atención. Obsérvate con atención y si te encuentras haciendo esto, ¡detente! Abre el pecho, mantén la cabeza alta y habla con fuerza. Esto le ayudará a sentirse más seguro.
  8. No se preocupe por el futuro – Una vez que tenga un plan, disfrute de estar en el presente y concéntrese en lo que está sucediendo ahora. La mayoría de las preocupaciones están en el pasado o en el futuro. No dejes que la vulnerabilidad te robe el presente.
  9. Repasa una y otra vez los recuerdos de la confianza y el éxito – Para fomentar la autoeficacia y la confianza en uno mismo, refuerza a tu cerebro cuando tuviste éxito; cuando te sentiste bien contigo mismo. Su cerebro de supervivencia está programado para recordarle sus fracasos (para que evite hacer eso de nuevo) y no sus éxitos. Construye patrones de pensamiento que sean positivos y que te hagan sentir fuerte. Si honestamente no puedes pensar en un éxito, imagina con fuerza lo que sentirías al tener éxito e imagínalo una y otra vez. La imaginación es una fuerza poderosa. Escribe tu propio guión de éxito.
  10. Ponte un reto – Un «reto de vulnerabilidad» es establecer un objetivo para hacer algo que tu cerebro de supervivencia te impide hacer dándote miedos e inseguridades. Decide: ir a esas vacaciones; ir a esa fiesta; reunir fuerzas para dejar una relación abusiva; hacer algo que la edad o la enfermedad te impiden hacer. Si te sientes un poco incómodo, dite a ti mismo que no pasa nada y que te las arreglarás. Sé valiente: no tienes nada que perder, sólo tu miedo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.