El huevo amniótico fue una invención evolutiva que permitió a los primeros reptiles colonizar la tierra firme hace más de 300 millones de años. Los peces y los anfibios deben poner sus huevos en el agua y, por tanto, no pueden vivir lejos de ella. Pero gracias al huevo amniótico, los reptiles pueden poner sus huevos en casi cualquier lugar de tierra firme.
El huevo amniótico de los reptiles y las aves está rodeado por una dura cáscara exterior que protege al huevo de los depredadores, los patógenos , los daños y la desecación. El oxígeno pasa a través de pequeños poros en la cáscara, por lo que el embrión no se asfixia. Dentro de la cáscara hay cuatro sacos. El primer saco de la concha es el corion, que transporta el oxígeno de la concha al embrión y el dióxido de carbono de desecho del embrión a la concha. Dentro del corion está el amnios, la membrana que da nombre al huevo amniótico. El amnios evita que el embrión se seque, por lo que es fundamental para vivir en tierra. Un tercer saco, la alantoides, almacena los desechos del embrión y también se fusiona con el corion para formar la membrana corioalantoica, que transporta el oxígeno y el dióxido de carbono hacia y desde el embrión, al igual que un pulmón. Una cuarta membrana, el saco vitelino, contiene y digiere la yema nutritiva para el embrión en desarrollo.
Juntos, el caparazón y las membranas crean un entorno acuoso seguro en el que un embrión puede desarrollarse desde unas pocas células hasta un animal con ojos y oídos, cerebro y corazón. Como los reptiles, las aves y los mamíferos tienen huevos amnióticos, se les llama amniotas.
El ornitorrinco y algunos otros mamíferos también ponen huevos. Pero la mayoría de los mamíferos han desarrollado huevos amnióticos que se desarrollan dentro del vientre de la madre, o útero, por lo que carecen de cáscara. En los humanos y otros mamíferos, el corion se fusiona con el revestimiento del útero de la madre para formar un órgano llamado placenta. La placenta transporta el oxígeno y el dióxido de carbono hacia y desde el embrión y aporta los nutrientes de la sangre de la madre.