El debate habitual sobre el relleno es si debe cocinarse en el pavo, en la cocina o en el horno. Algunas personas tienen opiniones muy firmes al respecto, pero la verdadera cuestión no es cómo cocinarlo, sino cómo hacer que el mejor plato de acompañamiento de Acción de Gracias dure más tiempo. Entonces, ¿se puede congelar el relleno? Y si es así, ¿cómo funciona el proceso de recalentamiento?
La primera buena noticia es que sí, ¡se puede congelar el relleno! Si se coloca en un recipiente hermético, esta guarnición puede aguantar en el congelador de 1 a 3 meses. Así que si de alguna manera puedes evitar comerlo al día siguiente, tienes una ventana bastante grande con la que trabajar. La mejor forma de guardarlo es solo, así que evita amontonar todo el pavo o las patatas en el recipiente y deja que el relleno se quede solo.
La segunda buena noticia es que puedes sacar el relleno del congelador y recalentarlo como si fuera nuevo. Martha Stewart, la reina de la cocina casera, recomienda calentar el horno a 325 grados y meter el relleno durante unos 15 minutos. Y ya está. Podrás disfrutar de un lado acogedor, cálido y delicioso mucho después de que el Día de Acción de Gracias haya terminado.