Buenas y malas noticias sobre la aspirina y el cáncer de colon: estudio

6 de septiembre de 2017

Crédito: CC0 Dominio Público

El uso diario de la aspirina -conocida por reducir el riesgo de cáncer de colon- también podría dificultar el tratamiento de la enfermedad en caso de que se produzca, según han informado este miércoles los investigadores.

Los nuevos hallazgos, basados en modelos matemáticos, si se confirman estadísticamente y en el laboratorio, significarían que la capacidad de la aspirina para evitar el cáncer de colon podría tener un coste inaceptablemente alto, advirtieron.

Tomar aspirina con regularidad «ha demostrado reducir la incidencia (de) una variedad de cánceres», incluido el de colon, señalaron los autores de un estudio publicado en el Journal of the Royal Society Interface.

Pero al mismo tiempo, el fármaco puede hacer que el cáncer sea «más difícil de manejar terapéuticamente», añadieron.

«Esto indica una posible contrapartida»

Un número creciente de investigaciones ha demostrado que las microdosis diarias de aspirina tomadas durante al menos cinco años pueden reducir drásticamente el riesgo de padecer cáncer en el futuro.

Las tasas de cáncer de próstata, de garganta y de pulmón no microcítico disminuyen significativamente, y la incidencia del cáncer de colon se reduce hasta la mitad.

Otros estudios, por su parte, han comprobado el impacto de la aspirina directamente sobre las células cancerosas en el laboratorio, demostrando que el analgésico común puede reducir el ritmo de división celular y potenciar la muerte de las células.

Pero los científicos aún no comprenden el mecanismo de actuación, ni saben si la aspirina podría tener efectos aún no descubiertos sobre la propagación del cáncer.

Para averiguar más, los investigadores dirigidos por Dominik Wodarz, de la Universidad de California en Irvine -que dirigió estos experimentos anteriores- investigaron si el fármaco podría causar mutaciones peligrosas en el cáncer.

Beneficios duraderos

Descubrieron que la aspirina aumentó la capacidad del cáncer de producir células agresivas y mutantes resistentes a los fármacos.

Los resultados podrían poner en tela de juicio el protocolo de uso de la aspirina en la prevención del cáncer.

Ahora es fundamental asegurarse de que la aspirina retrasa «la aparición del cáncer colourectal en una cantidad de tiempo suficiente para evitar los efectos negativos de esta compensación», dijeron los autores del estudio.

Las personas que toman el fármaco, especialmente en la mediana edad, deberían someterse a revisiones periódicas para detectar el cáncer, añadieron.

Aproximadamente la mitad de los adultos de Estados Unidos toman pequeñas dosis -entre 80 y 325 miligramos- de aspirina para evitar las enfermedades cardiovasculares. En Gran Bretaña, la cifra se sitúa en torno al 40%.

El público en general aún no ha reconocido los beneficios potenciales para la prevención del cáncer, señala Peter Rothwell, profesor del Centro para la Prevención de Accidentes Cerebrovasculares y Demencia de la Universidad de Oxford.

«Se necesita un tiempo, y más estudios de replicación, para convencer a la gente de que los beneficios son reales», dijo a AFP.

Rothwell publicó un estudio a principios de este año que mostraba un mayor riesgo de hemorragias internas en las personas mayores de 75 años que toman aspirina con regularidad.

«Es posible que quieras tomarla entre los 50 y los 60 años, pero luego deja de hacerlo», dijo a la AFP.

«Los beneficios que obtienes de la prevención del cáncer se prolongan durante otros 10 años más o menos».

Más información: Efecto de la aspirina en la formación de colonias de células tumorales y su evolución, Journal of the Royal Society Interface, rsif.royalsocietypublishing.o … .1098/rsif.2017.0374

Información de la revista: Journal of the Royal Society Interface

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