¿Qué es el efecto invernadero? ¿Es algo bueno o malo? Cómo influyen las actividades humanas en él? Averigüémoslo.
Definición del efecto invernadero
En términos climáticos, el efecto invernadero es un fenómeno natural que contribuye al nivel de temperatura media en la superficie de un planeta con atmósfera.
En la Tierra, el 30% de la radiación solar se devuelve directamente al espacio debido al efecto de repercusión. El otro 20% es absorbido por la atmósfera y algo más del 50% es absorbido por la corteza del planeta y los océanos. El calor almacenado vuelve entonces a la atmósfera por convección y en forma de radiación infrarroja.
Ahí es donde entra el fenómeno: una parte de esta radiación infrarroja vuelve al espacio, y otra parte es atrapada por los gases de efecto invernadero (GEI) de la atmósfera y devuelta a la Tierra. La superficie se calienta a un nivel variable en función de la concentración de GEI.
En ausencia de efecto invernadero, la temperatura media (+ 15ºC) en la superficie del planeta sería mucho más baja: -18ºC.
Los gases de efecto invernadero presentes de forma natural en la atmósfera son principalmente:
- Vapor de agua,
- Dióxido de carbono (CO2),
- Ozono,
- Metano,
- Oxido nitroso.
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Influencia de la actividad humana en el efecto invernadero
Desde el inicio de la era industrial, el uso creciente de combustibles fósiles (carbón, petróleo, lignito) y gas natural acabó con emisiones adicionales de GEI que refuerzan este efecto. La deforestación (por la disminución del CO2) y la ganadería intensiva (por las emisiones de metano) también han contribuido a aumentar las emisiones de GEI.
El aumento de los GEI «clásicos» de origen antropogénico (relacionados con la actividad humana) no es la única causa. De hecho, el sector industrial también libera a la atmósfera gases de efecto invernadero específicos, como el hexafluoruro de azufre.
Ahora es innegable que estas emisiones adicionales de GEI han aumentado considerablemente el efecto invernadero natural. En consecuencia, las actividades humanas han contribuido al actual fenómeno del calentamiento global.
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Efecto invernadero: El riesgo de desbordamiento
En lo que respecta al calentamiento del planeta, puede parecer paradójico hablar de un «efecto bola de nieve». Sin embargo, no se excluye la hipótesis de un fenómeno de desbordamiento.
En efecto, el aumento de las temperaturas ya en curso puede acabar provocando una disminución excesiva de la reverberación, especialmente por el deshielo de los glaciares y témpanos. Además, la extensión de las zonas climáticas áridas conduce a una disminución de la biomasa vegetal y, por tanto, a una pérdida del almacenamiento natural de carbono. El calentamiento de los océanos, así como el deshielo del permafrost, también pueden liberar grandes cantidades de metano.
Al final, la combinación de todas estas circunstancias puede acelerar el efecto invernadero hasta dejarlo fuera de control. Por lo tanto, es muy importante luchar contra el calentamiento global y promover una vía de desarrollo sostenible basada en la resiliencia y las energías renovables.
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