Deshidratación En La Lactancia: Causas, síntomas y tratamiento

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La deshidratación es el término médico que designa la falta de líquido en el cuerpo. Cualquier persona, incluidas las madres lactantes, con pérdida de líquidos y baja ingesta de agua, puede deshidratarse. La deshidratación grave en madres lactantes puede reducir la cantidad de leche materna. Sin embargo, la deshidratación leve puede no afectar al suministro de leche. En este post, te contamos las causas, los riesgos, los signos, los síntomas, el tratamiento y la prevención de la deshidratación durante la lactancia.

¿Puede la lactancia materna causar deshidratación?

La reducción de la ingesta de líquidos durante la lactancia puede causar deshidratación.Se ha comprobado que las madres lactantes pierden una media de 700 ml de agua al día a las ocho semanas del posparto (1). Por lo tanto, se recomienda a las madres lactantes una ingesta diaria necesaria de 3,1 litros (13 vasos) de agua, lo que puede ayudar a controlar la pérdida de agua por la lactancia (2).

Acostúmbrese a beber un vaso de agua mientras amamanta al bebé, además de hacerlo después de las comidas y en otros momentos habituales.

Tenga en cuenta que beber más líquidos de los que se necesitan de forma óptima no dará lugar a una producción adicional de leche. Por lo tanto, si su sed está saciada, entonces no se obligue a beber más agua.

¿Afecta la deshidratación a la lactancia?

La deshidratación severa puede reducir la producción de leche. Sin embargo, esto puede no ser un indicador significativo de la deshidratación durante la lactancia, ya que pueden aparecer otros síntomas importantes incluso antes de la caída de la producción de leche. Por lo general, las madres buscan atención médica debido a otros síntomas y signos de deshidratación antes de la reducción de la cantidad de leche materna.

Aunque las madres que amamantan exclusivamente deben consumir líquidos adicionales para mantener un estado de hidratación óptimo, los bebés amamantados no necesitan agua adicional para hidratarse, ya que el 87% de la leche materna está compuesta por agua (1). Las tomas de fórmula recomendadas también satisfacen las necesidades de líquidos recomendadas para los bebés.

Signos y síntomas de deshidratación durante la lactancia

Los signos y síntomas pueden variar en función de la gravedad. Puede experimentar una serie de síntomas que van desde un aumento de la sed hasta la confusión.

Los siguientes signos y síntomas pueden estar asociados a la deshidratación (3):

• Sed extrema
• Dolor de cabeza
• Náuseas
• Boca y labios secos (labios agrietados)
• Orina oscura y oliguria (disminución de la producción de orina)
• Estreñimiento
• Cansancio o fatiga
• Mareos
• Calambres musculares
• Confusión
• Respiración y ritmo cardíaco rápidos
• Hipotensión (presión arterial baja)

La deshidratación puede empeorar después de una sesión de lactancia, y la disminución de la leche podría aumentar el riesgo de deshidratación en su bebé. Los bebés pueden deshidratarse antes que los adultos.

Puede consumir más líquidos y seguir amamantando aunque tenga diarrea, vómitos, una enfermedad crónica, etc.

Riesgos y causas de la deshidratación durante la lactancia

Cualquier condición de salud que provoque la pérdida de agua del cuerpo y la reducción de la ingesta de líquidos podría causar deshidratación en las madres lactantes.Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo o causar deshidratación durante la lactancia (4).

• Sudación excesiva debido al clima, la actividad física o la fiebre
• Vómitos continuos
• Diarrea
• Resfriado común o gripe
• Diabetes insípida y otras enfermedades crónicas

Las madres lactantes requieren una mayor ingesta diaria de agua que otras mujeres, y esto puede acelerar la deshidratación. Los ambientes cálidos y húmedos, no beber suficiente agua y la falta de suministro de agua limpia también podrían aumentar el riesgo de deshidratación en las madres lactantes.

La mayoría de las condiciones enumeradas anteriormente podrían dar lugar a la pérdida de líquidos y electrolitos del cuerpo. Aunque la deshidratación leve puede corregirse bebiendo agua, la deshidratación moderada y grave requiere atención médica.

¿Afecta la deshidratación al bebé?

La deshidratación materna también puede causar deshidratación en el bebé. Los bebés amamantados pueden desarrollar una deshidratación hipernatrémica, que es una concentración elevada de sodio en la sangre debido a la reducción de líquidos, lo que puede dar lugar a complicaciones graves si no se administran tratamientos eficaces a tiempo (5).

¿Cuándo visitar a un médico?

Si tiene síntomas de deshidratación grave, como desmayos, calambres musculares, dolor de cabeza, etc., busque atención médica inmediata. Es posible que necesite rehidratación con líquidos intravenosos en un entorno hospitalario. Busque atención médica inmediata si tiene signos de deshidratación junto con una hemorragia vaginal en el período posparto.

La atención médica temprana puede ayudar a evitar complicaciones. Hable con su médico si tiene una deshidratación leve o diarrea o vómitos continuos. No utilice soluciones de rehidratación de venta libre sin el consejo de su médico.

Tratamiento de la deshidratación en madres lactantes

Su médico puede iniciar la terapia de rehidratación tras evaluar los síntomas y la exploración física. A menudo se solicitan análisis de sangre y de orina para confirmar e identificar el nivel de pérdida de electrolitos.

La terapia de rehidratación es el tratamiento de la deshidratación. Consiste en la reposición de los electrolitos y líquidos perdidos del organismo (6). La intensidad de la terapia de rehidratación se decide en función de la pérdida de líquidos. La deshidratación leve puede corregirse con soluciones de rehidratación oral.

La deshidratación grave requiere la corrección de líquidos por vía intravenosa (IV) para hidratar. La mayoría de las personas se recuperan rápidamente después de los tratamientos de deshidratación. El médico también puede recetar medicamentos para tratar la causa subyacente, como la diarrea o los vómitos. No se recomienda tomar soluciones de rehidratación oral (SRO) ni polvos electrolíticos sin el consejo del médico para prevenir la deshidratación.

Si su bebé amamantado está deshidratado, también recibirá terapia de rehidratación en la sala de urgencias.

Consejos para prevenir la deshidratación durante la lactancia

A veces, las nuevas madres se olvidan de beber los líquidos adecuados al poner las necesidades de los pequeños por encima de las suyas. Sin embargo, debe mantenerse hidratada durante la lactancia para garantizar su buena salud y la de su pequeño.

Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir la incidencia de la deshidratación en las madres lactantes.

• Asegúrese de tener cerca una botella de agua llena para beber durante todo el día. Tenga siempre a mano agua limpia y segura. El agua purificada y el agua embotellada pueden reducir la posibilidad de contraer enfermedades transmitidas por el agua.

• Si a menudo se olvida de beber agua, entonces programe una alarma o utilice algunas aplicaciones de hidratación para recordárselo.

• Consuma alimentos con alto contenido en agua, como yogur, sopas, ensaladas, pepinos, sandía, etc. Estos alimentos pueden ayudarle a mantenerse hidratado sin añadir muchas calorías adicionales.

• Puede añadir zumo de limón o una pequeña cantidad de zumo de frutas para hacer el agua más apetecible.

• Evite las bebidas con cafeína y azúcar, como el café, los refrescos o el té. Estas pueden causar deshidratación debido a los efectos diuréticos (7).

Puede beber agua hasta obtener una orina pálida. La orina de color amarillo oscuro y la micción infrecuente son signos de deshidratación.

Mantener una hidratación adecuada es esencial para todos, incluidas las madres lactantes. Asegúrese siempre de que usted y su bebé están hidratados. Los expertos no recomiendan reducir la frecuencia de las tomas para evitar la deshidratación. Busque ayuda de un asesor de lactancia certificado para saber más sobre la ingesta regular de agua y para planificar una dieta diaria que satisfaga las necesidades nutricionales durante la lactancia.

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