Para muchos de nosotros, echar una siesta por la tarde es una forma estupenda de refrescarnos cuando tenemos sueño. En el número de septiembre de 2008 de Harvard Men’s Health Watch se habla de la siesta, sus riesgos, sus beneficios y los consejos para que te sirva.
Las personas que carecen de sueño se sienten aturdidas durante el día y pueden quedarse dormidas cuando menos lo desean, quizá en sus escritorios o, peor aún, al volante. La falta de sueño por la noche puede deberse simplemente a que no se dedica suficiente tiempo a dormir o a problemas médicos que alteran el sueño, como el síndrome de las piernas inquietas y la apnea obstructiva del sueño. Y en algunos casos, la somnolencia diurna puede ser consecuencia directa de problemas médicos como la depresión o una tiroides poco activa.
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