Por Leo Babauta
He llegado a creer que el alto estrés, la ansiedad constante por las tareas y el trabajo y la vida, la ansiedad social … es todo una parte de la forma de vida moderna.
La mayoría de la gente simplemente no siente una sensación de paz, de calma, de serenidad, a lo largo de su día.
Tengo que admitir que a mí me pasa lo mismo algunas veces, pero he aprendido algunas cosas que me han ayudado a crear una sensación de calma mucho más tiempo que antes.
Es una serie de hábitos que he desarrollado en los últimos años. No soy perfecto en ellos, pero los practico, y siempre son útiles.
Son hábitos, no un cambio puntual en mi entorno o patrón de trabajo. Cambiar tu entorno está muy bien, pero no puedes controlar las cosas que te ocurren la mayor parte del tiempo, y desde luego no puedes controlar cómo actúan los demás. Lo único que puedes controlar es tu respuesta, y esta respuesta importa. Puedes responder al mismo acontecimiento con ansiedad o ira, o puedes responder con paz y calma.
Descubramos cómo.
Los hábitos de la calma
Estos son los hábitos a desarrollar que te ayudarán a desarrollar la calma (basados en mi experiencia):
- Un ritual matutino tranquilo. Mucha gente se apresura por las mañanas, comenzando el día con una prisa estresante. Yo me despierto un poco antes (a las 5 de la mañana, aunque eso cambia), y empiezo con un poco de meditación, y luego unas cuantas posturas de yoga. Luego empiezo a escribir, antes de dejar que entre el ruido. El ejercicio es otro componente de mi rutina matutina. No es necesario que hagas las mismas cosas, pero encuentra la tranquilidad de la mañana y aprovéchala al máximo.
- Aprende a observar tu respuesta. Cuando ocurre algo estresante, ¿cuál es tu respuesta? Algunas personas se lanzan a la acción, aunque si la situación estresante es otra persona, a veces la acción puede ser perjudicial. Otros se enfadan o se sienten abrumados. Otras empiezan a sentir lástima por sí mismas y desean que las cosas sean diferentes. ¿Por qué los demás no pueden comportarse mejor? Vigila esta respuesta – es un hábito importante.
- No te tomes las cosas como algo personal. Muchas veces la respuesta (que notaste en el Hábito 2) es tomarse las cosas como algo personal. Si alguien hace algo que no nos gusta, muchas veces tendemos a interpretarlo como una afrenta personal. ¿Nuestros hijos no limpian su habitación? ¡Nos están desafiando! ¿Nuestro cónyuge no muestra afecto hoy? ¡Seguro que no le importa tanto como debería! ¿Alguien se comporta de forma grosera en el trabajo? ¿Cómo pueden tratarnos así? Algunas personas incluso piensan que el universo está personalmente en su contra. Pero la verdad es que no es personal: es el problema de la otra persona con el que están lidiando. Están haciendo lo mejor que pueden. Puedes aprender a no interpretar los acontecimientos como una afrenta personal y, en cambio, verlos como un acontecimiento externo no personal (como la caída de una hoja o el vuelo de un pájaro) al que puedes responder sin una mentalidad estresante o al que no necesitas responder en absoluto.
- Sé agradecido. Claro, mucha gente habla de la gratitud… pero, ¿con qué frecuencia la aplicamos a los acontecimientos de nuestro día? Las cosas se desmoronan en el trabajo, o nuestro jefe está enfadado, o nuestros compañeros de trabajo son maleducados, o nuestros hijos se portan mal, o alguien no nos quiere como quisiéramos… ¿nos provocan ira/ansiedad/infelicidad, o podemos estar agradecidos? Deja de lado las quejas y encuentra la manera de estar agradecido, pase lo que pase. Y luego sonríe. Este hábito inflexible puede cambiar su vida.
- Cree hábitos para afrontar el estrés. Muchas veces, cuando nos enfrentamos al estrés, tenemos respuestas poco saludables: enfadarnos, sentirnos abrumados y retraernos, comer comida basura, beber alcohol o tomar drogas, ir de compras o comprar cosas, ir a sitios que nos hacen perder el tiempo, procrastinar, etc. En cambio, necesitamos formas saludables de afrontar el estrés, que llegará inevitablemente. Cuando notes el estrés, observa cómo lo afrontas y sustituye cualquier hábito de afrontamiento poco saludable por otros más sanos. Los hábitos saludables para afrontar el estrés incluyen: beber té, hacer ejercicio, yoga, meditación, masajearse el cuello & los hombros, dar un paseo, beber un poco de agua, hablar con alguien que le importe.
- Una sola tarea. Ya he escrito en numerosas ocasiones sobre la monotarea frente a la multitarea, pero creo que la gente realiza la multitarea ahora más que nunca. La gente envía mensajes de texto mientras va en el tren, mientras camina, mientras conduce. Twittean y publican en Facebook e Instagram, envían correos electrónicos y leen blogs y noticias, ven vídeos mientras hacen cosas, ven la televisión mientras comen, planifican su día mientras hacen tareas. Esta es una gran manera de provocar un nivel de ansiedad que atraviesa todo lo que haces, porque siempre te preocupa que deberías estar haciendo más, haciendo otra cosa. ¿Y si, en cambio, sólo hicieras una cosa y aprendieras a confiar en que no deberías estar haciendo nada más? Requiere práctica: sólo comer. Sólo lavar tu cuenco. Camina. Habla con alguien. Sólo lee un artículo o un libro, sin cambiar. Sólo escribe. Sólo haz tu correo electrónico, de uno en uno, hasta que tu bandeja de entrada esté vacía. Aprenderás que hay paz en hacer sólo una cosa, y dejar de lado todo lo demás.
- Reduce el ruido. Nuestras vidas están llenas de todo tipo de ruido: desorden visual, notificaciones, redes sociales, noticias, todas las cosas que necesitamos leer. Y la verdad es que nada de ello es necesario. Reduce todas estas cosas y más, y crea algo de espacio, algo de tranquilidad, en tu vida.
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