No es ningún secreto que para ponerse en forma para Baywatch, Zac Efron soportó un programa de entrenamiento muy intenso. Y aunque el resultado final lució muy bien en la pantalla, el actor ha dejado claro lo mucho que le afectó el riguroso entrenamiento… quizá hasta el punto de perder potencialmente la cabeza.
En el cuarto episodio de su nueva docuserie de Netflix, Down to Earth, Efron y su compañero de viaje Darin Olien visitan el pueblo de Aritzo en Cerdeña, Italia. El dúo no sólo habla con los habitantes del pueblo sobre sus secretos para vivir una vida larga y feliz (algunas personas que viven en la isla tienen más de 100 años), sino que también tienen la oportunidad de participar en lo que sólo podría describirse como un festival de carbohidratos, con raviolis caseros, una buena salsa de tomate y parmesano espolvoreado por encima.
Mientras todos comienzan a deleitarse con la comida casera, el actor comienza a hablar de su relación con los carbohidratos mientras se entrenaba para la película de 2017, junto con cómo afectó su enfoque hacia la comida. «Estoy muy contento de volver a comer carbohidratos», expresa a la mesa con la comida en la boca. «Estuve como años sin comer carbohidratos».
«Cuando rodé Baywatch, no tomé un carbohidrato durante, digamos, seis meses», continúa. «Casi perdí la cabeza. Necesitas esto. Todavía no puedo superar que esta dieta de carbohidratos y poca proteína es exactamente lo contrario de todo lo que cualquier entrenador me ha enseñado».»
Aunque Efron continúa diciendo que cree que el verdadero secreto para una vida larga y próspera es encontrar un término medio entre la comida y el ejercicio, está claro hasta qué punto el rodaje de la película afectó a su forma de ver la comida. Y como ya ha dicho en el pasado, hay una razón por la que nunca más volverá a ponerse tan hecho polvo como para una película.
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