Tratamiento endovascular de los aneurismas de aorta abdominal (EVAR)

¿Cómo funciona?

Se le administrará una combinación de anestesia epidural y local para el procedimiento. El radiólogo intervencionista hará un pequeño corte en la parte superior de cada pierna para poder introducir un tubo corto (conocido como vaina), que permite acceder a los vasos de la ingle de forma segura. Utilizando la fluoroscopia como guía, el radiólogo de intervención insertará guías y catéteres (tubos finos y flexibles). Se inyectará un medio de contraste (tinte) en la zona que se va a tratar, de modo que la ubicación exacta del aneurisma pueda verse en las imágenes. A continuación, el radiólogo intervencionista utilizará la guía para desplazar una endoprótesis hasta el aneurisma.

Cuando la endoprótesis se coloque en el lugar correcto, se expandirá, sellando el aneurisma y restableciendo el flujo sanguíneo normal a través del vaso.

Después del procedimiento, se controlarán sus constantes vitales y permanecerá en el hospital durante 2 ó 3 días. Es posible que experimente hematomas y dolor, aunque esto puede tratarse con los analgésicos habituales. Se recomienda que se mueva una vez que pueda hacerlo. Deberá revisar periódicamente la endoprótesis mediante un TAC o una ecografía para asegurarse de que está en buen estado y evitar problemas a largo plazo.

¿Cuáles son los riesgos?

La intervención quirúrgica extracorpórea se recomienda como tratamiento preventivo para evitar la rotura del aneurisma y la muerte. La mayoría de los pacientes no sufren problemas importantes inmediatos y la ruptura del aneurisma se evita en más del 99% de los pacientes. Las tasas de dolor y complicaciones graves son menores que con la cirugía, pero las principales limitaciones de la EVAR son que la endoprótesis puede desplazarse a otra zona del cuerpo y que la sangre puede volver a acumularse en el aneurisma. Esto significa que será necesario realizar un seguimiento regular para que, en caso de producirse algún problema, pueda resolverse lo antes posible.

Las complicaciones menores incluyen el riesgo de hematomas e infecciones. Existen algunas complicaciones graves asociadas al procedimiento, como la muerte, el derrame cerebral, la muerte de tejidos, la pérdida de extremidades y la lesión de los riñones. Se calcula que la tasa de complicaciones graves es inferior al 15%, y el riesgo de muerte durante el procedimiento es inferior al 1,5%, lo que es casi tres veces menor que el riesgo de morir durante la cirugía abierta (alrededor del 4,5%). Algunos pacientes reaccionan al yodo del tinte utilizado para la obtención de imágenes, que puede afectar a los riñones.

Bibliografía

1. Revisión sistemática y meta-análisis de los resultados tempranos y tardíos de la reparación abierta y endovascular del aneurisma aórtico abdominal. Stather PW, Sidloff D, Dattani N, Choke E, Bown MJ, Sayers RD. Br J Surg. 2013 Jun; 100(7):863-72. doi: 10.1002/bjs.9101.
2. Stents endovasculares para aneurismas aórticos abdominales: una revisión sistemática y un modelo económico. Chambers D, Epstein D, Walker S, Fayter D, Paton F, Wright K, Michaels J, Thomas S, Sculpher M, Woolacott N. Health Technol Assess. 2009 Oct; 13(48):1-189, 215-318, iii. doi: 10.3310/hta13480. Review.
3. Quality improvement guidelines for imaging detection and treatment of endoleaks following endovascular aneurysm repair (EVAR). Rand T, Uberoi R, Cil B, Munneke G, Tsetis D. Cardiovasc Intervent Radiol. 2013 Feb; 36(1):35-45. doi: 10.1007/s00270-012-0439-4.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.