The Wall Street Journal

Un viaje al gimnasio puede dejar las camisas de algunas personas inusualmente empapadas. Para otros, dar la mano al jefe puede ser un momento físicamente estresante.

Las razones por las que algunas personas sudan mucho mientras otras permanecen secas no se entienden del todo. Aun así, un experto, Harmik J. Soukiasian, jefe de cirugía torácica del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, tiene cierta sabiduría al respecto. El Dr. Soukiasian también dirige el equipo clínico del Cedars-Sinai para la hiperhidrosis, o sudoración excesiva.

Sudar es humano

La sudoración es un proceso natural. «Si hace demasiado calor, se suda, y al evaporarse el agua, se refresca», dice. Transpirar también cumple otras funciones. Ayuda a mantener la piel hidratada. Y ayuda a mantener el equilibrio de líquidos del cuerpo, aunque al hacerlo elimina electrolitos y sales. «Hay que reponerlos con algo más que agua si se hace ejercicio o se suda mucho», dice.

Los estudios han demostrado que las personas menos en forma tienden a sudar más que las ratas de gimnasio porque sus cuerpos requieren más trabajo para enfriarse, dice el doctor Soukiasian. Sin embargo, las personas en forma empiezan a sudar antes durante ejercicios equivalentes. Es probable que esto se deba a que las personas acostumbradas a hacer ejercicio tienen cuerpos que funcionan eficazmente. Empiezan a enfriarse en cuanto aumenta su temperatura central, afirma.

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