Superalimentos y enfermedad celíaca

La nutrición de los celíacos no consiste sólo en encontrar granos sin gluten; si tienes la enfermedad celíaca, comer bien requiere una nutrición inteligente para ayudar a promover la curación y un entorno intestinal saludable. Cuando el daño del gluten está presente, la malabsorción puede llevar a deficiencias de nutrientes como la anemia. Además, la inflamación está presente en la mucosa intestinal y suele ir acompañada de legiones de bacterias poco amigables. Para ayudar a reforzar tus defensas y mantenerte libre de gluten y fabuloso, aquí tienes cinco alimentos ultranutritivos que debes incluir en tu dieta diaria.

Lino

Las semillas de lino son tesoros económicos; sólo una cucharada de lino molido aporta unos impresionantes 2 gramos de fibra, incluida la fibra soluble que alivia el intestino, y 1,6 gramos de ácido alfalinolénico (ALA) omega-3. Las grasas omega-3 ayudan a calmar la inflamación en el cuerpo, protegiendo tanto la mucosa intestinal como los huesos. El lino también es el sueño de los panaderos sin gluten. Hacer una pasta de lino y agua puede sustituir a las gomas en las recetas de repostería sin gluten, aportando una excelente textura a muchos productos horneados.

Col rizada

La reina de las verduras, la col rizada es sin duda una fuente de nutrientes. Con un montón de fitonutrientes antioxidantes y antiinflamatorios, la col rizada ayuda a las defensas del cuerpo contra el daño oxidativo e inflamatorio. Rica en folato, la col rizada es también una fuente de calcio y hierro, tres nutrientes que pueden faltar si se es celíaco. La col rizada también aporta omega-3 ALA y vitaminas antioxidantes A y C, vitales para la salud del tejido conectivo.

El cáñamo

El cáñamo es un superalimento canadiense. Con 1 gramo de ALA omega-3 por cucharada, el cáñamo también contiene ácido gamma-linoleico, un ácido graso omega-6 antiinflamatorio único. Estas ricas semillas mantecosas esconden una gran cantidad de nutrientes en un paquete diminuto: además de las grasas esenciales, el cáñamo contiene calcio y magnesio, hierro y vitaminas del grupo B, incluido el folato, que fortalecen los huesos. El cáñamo es un gran refuerzo para el desayuno, ya que contiene 5 gramos de proteína por cucharada, lo que ayuda a mantener la sensación de saciedad durante toda la mañana.

Kéfir

Si eres una persona con enfermedad celíaca que puede tolerar los lácteos, una porción diaria de kéfir probiótico es una necesidad. Los alimentos fermentados son naturalmente más bajos en lactosa y proporcionan bacterias saludables para ayudar a recolonizar el intestino. Repleto de calcio y proteínas, el kéfir es único porque tiene más cultivos probióticos que el típico yogur y contiene unos compuestos antiinflamatorios únicos llamados kéfiranos. Su sabor ácido y efervescente es una adición bienvenida a los batidos o simplemente se puede disfrutar en un vaso con un chorrito de zumo de arándanos.

Prunas

Las ciruelas pasas, que durante mucho tiempo se han pasado por alto en el departamento de nutrición, ofrecen una multitud de beneficios para la salud. Con un potencial antioxidante (ORAC) mayor que el de los arándanos, las ciruelas pasas contribuyen a la salud de la flora intestinal al proporcionar prebióticos que ayudan a alimentar las bacterias colonizadoras. Las ciruelas pasas también son ricas en calcio y hierro, además de vitaminas del grupo B, riboflavina y B6. Son un buen tentempié por sí solas, pero pruebe las ciruelas pasas guisadas con manzanas y copos de avena para un desayuno nutritivo.

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