Una de las mayores cualidades del salmón es su versatilidad. Desde el sushi hasta el suflé, las posibilidades parecen infinitas. Pero, ¿está bien comer salmón crudo?
Antes de asumir que puede comportarse como un oso pardo, considere lo siguiente.
A diferencia de la mayoría de los peces y del salmón de piscifactoría, el salmón salvaje nace en agua dulce, vive la mayor parte de su vida en el mar y luego regresa río arriba a su lugar de nacimiento en agua dulce para desovar y finalmente morir. Y es precisamente la parte de agua dulce la que puede ser complicada cuando se come salmón salvaje crudo.
Este cambio fisiológico puede significar una mayor posibilidad de parásitos. Pero al congelar el salmón, cualquier organismo vivo que haya utilizado el salmón como hogar -como los parásitos- habrá sido eliminado. Todo nuestro salmón salvaje se congela para mantener su frescura.
Cómo inspeccionar si su salmón salvaje es seguro para comerlo crudo
Nunca recomendamos el consumo de pescado crudo o poco cocinado -incluido el salmón- porque puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Pero si no puede resistirse, recuerde olerlo y luego tocarlo. Un salmón salvaje bien congelado y manipulado no olerá mucho a pescado. Luego, una vez descongelado, hágale un corte a su filete. La carne del salmón debería abultarse, pero luego volver a su forma original y firme.
Si su salmón salvaje ha sido previamente congelado, no huele mucho a pescado y está firme al tacto, está en una buena situación para su próximo plato de poké o sashimi.