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Qué es:
El nombre «sales de baño» suena inocente, pero se trata de potentes y peligrosas drogas estimulantes.
A veces se llaman:
bloom, cloud nine, flakka, scarface, vanilla sky y white lightning
Cómo se consumen:
Las sales de baño se venden en forma de polvo blanco o blanquecino, sobre todo en pequeños paquetes de plástico o papel de aluminio. Las drogas se suelen esnifar (inhalar por una fosa nasal). También pueden tragarse, fumarse o mezclarse con un líquido e inyectarse con una jeringuilla.
Qué hace:
Las sales de baño contienen sustancias químicas artificiales que aumentan la actividad del cerebro y del sistema nervioso central de forma muy parecida a la de drogas como las anfetaminas o el MDMA (éxtasis).
Las sales de baño pueden hacer que los consumidores tengan una experiencia extracorporal, un estado de ánimo eufórico o se sientan delirantes. Estos efectos pueden durar hasta 3-4 horas.
Otros efectos a corto plazo incluyen:
- agitación e irritabilidad
- insomnio
- mareos
- ataques de pánico
- depresión
- pensamientos suicidas
- paranoia
- ilusiones y alucinaciones
- sentido distorsionado de la realidad
- disminución de la capacidad de pensar con claridad
- alteraciones del estado de ánimo y psicosis
Los efectos físicos de las sales de baño incluyen:
- disminución del control muscular y corporal
- aumento de la presión arterial y de la temperatura corporal
- dolores en el pecho
- latidos irregulares del corazón
- sangrados nasales
- Sentirse enfermo y vomitar
- Convulsiones
- Infarto
- Ataque cardíaco
- Inflamación del cerebro
Los consumidores también pueden desarrollar lo que se denomina «delirio excitado.» Cuando esto ocurre, las personas se deshidratan, su tejido muscular se rompe y pueden sufrir una insuficiencia renal y morir.
El abuso a largo plazo de las sales de baño puede hacer que las personas tengan alucinaciones, escuchen voces, se sientan paranoicas y desarrollen una psicosis que se asemeja a la esquizofrenia.
Las personas que consumen sales de baño con facilidad pueden volverse adictas a ellas. Pueden sentirse impulsadas a hacer todo lo que puedan para seguir drogándose, incluso asumiendo riesgos.
Las sales de baño pueden provocar problemas cardíacos y convulsiones. Tomar demasiada droga de una sola vez puede provocar una sobredosis. Todo esto puede ser mortal, incluso si alguien sólo prueba la droga una vez.
Las sales de baño han causado varias muertes y se les ha atribuido un puñado de suicidios y asesinatos.
Dos de las sustancias químicas de las sales de baño (mefedrona y MDPV) son drogas de la lista I. Eso significa que tienen un alto potencial de abuso y ningún uso médico aceptado. Las personas que son sorprendidas con sales de baño pueden enfrentarse a multas y penas de cárcel.