Una vez que se compromete con sus objetivos de pérdida de peso, es posible que quiera ver los cambios rápidamente. Puede ser desalentador saber que debe perder peso a un ritmo lento y constante, pero siga con ello. Hay una buena razón para este enfoque de la aptitud.
Un ritmo seguro de pérdida de peso
Los expertos en salud recomiendan una pérdida de peso de 1 a 2 libras por semana. Este ritmo requiere un déficit de 500 a 1000 calorías al día que se puede conseguir comiendo menos calorías y aumentando la actividad física.
Beneficios de una pérdida lenta y constante
La pérdida de peso permanente requiere incorporar hábitos más saludables con los que se pueda vivir. Esto implica satisfacer el hambre y los antojos de una manera saludable comiendo más frutas y verduras, comiendo bocadillos inteligentes y reduciendo el tamaño de las porciones. También significa encontrar una rutina de ejercicios que le guste. El resultado es un ritmo gradual de pérdida de peso que puede mantener para alcanzar sus objetivos. Lleva tiempo crear estos hábitos. Pero una vez que se convierten en parte de su estilo de vida, perder peso y mantener esa pérdida se vuelve más fácil.
Con un ritmo más lento de pérdida de peso, su cuerpo metaboliza la grasa para proporcionar energía y compensar su déficit calórico. Mantendrá la masa muscular magra y se sentirá más tonificado y en forma. Al llevar una dieta saludable y mantener un programa de ejercicio equilibrado, evitarás el riesgo de sentirte fatigado, irritable e incapaz de concentrarte.
Peligros de la pérdida rápida de peso
Cuando se inicia un programa de pérdida de peso por primera vez, es posible que se produzca un descenso rápido de hasta 3 kilos en las primeras semanas. Esto puede ser debido a los cambios en sus hábitos alimenticios y la pérdida de peso del agua. Después, la pérdida de peso debería ser más lenta. Si continúa perdiendo peso rápidamente, se arriesga a perder músculo, algo que puede reducir su tasa metabólica con el tiempo.
La pérdida de peso rápida también puede requerir hábitos poco saludables que son difíciles de mantener a largo plazo, como comer muy pocas calorías y hacer ejercicio a niveles de intensidad más altos de lo que es apropiado para su nivel de fitness. Las píldoras poco saludables, los suplementos y la restricción de alimentos también pueden formar parte de un programa de pérdida de peso rápida.
Estas prácticas pueden ponerle en riesgo de sufrir deficiencias nutricionales y lesiones por uso excesivo. Una vez que la dieta termina, las probabilidades de volver a los viejos hábitos y recuperar el peso perdido son mayores. Evite estos peligros, apunte a una pérdida de peso gradual y mantenga un cambio saludable y permanente como objetivo de su programa de acondicionamiento físico.