¿Qué pasó con el Muro de Berlín?

¿Por qué se levantó el Muro de Berlín?

El Muro de Berlín se construyó en 1961 para frenar el éxodo desde la parte oriental y comunista de la Alemania dividida hacia la parte occidental, más próspera. Entre 1949 y 1961, más de 2,6 millones de alemanes orientales, de una población total de 17 millones, habían escapado. Muchos eran profesionales cualificados y su pérdida se hizo sentir cada vez más en la República Democrática Alemana, o RDA, como se llamaba.

Con el país al borde del colapso económico y social, el gobierno de Alemania del Este tomó la decisión de cerrar toda la frontera, y levantó el muro de la noche a la mañana, el 13 de agosto de 1961. Las autoridades orientales se referían a menudo a él como la barrera de protección antifascista, para proteger a los alemanes orientales del oeste.

¿Cómo se construyó?

La barrera de hormigón, completa con 300 torres de vigilancia a intervalos regulares, tenía 96 millas de longitud y 13 pies de altura, aunque al principio estaba compuesta por barreras temporales de bobinas de alambre de espino. La fecha de construcción del 13 de agosto de 1961 se eligió deliberadamente porque era un domingo durante las vacaciones de verano. Con el paso de los días y las semanas, el alambre de espino fue sustituido por losas verticales de hormigón reforzadas con barras de hierro y bloques huecos.

No se permitió que nada se interpusiera en el camino del muro. Las casas situadas en calles como la Bernauer Strasse, donde las aceras estaban en el oeste y las traseras de las casas en el este, se convirtieron en parte de la construcción de la frontera. Las autoridades simplemente ordenaron tapiar las entradas y ventanas delanteras. Hay casos documentados de personas que saltaron desde las ventanas para evitar ser encerrados en el este en sus propias casas.

El muro en sí era simplemente el límite exterior. Detrás de él estaba la llamada «franja de la muerte», que contenía trincheras antivehículos, camas de clavos y otros dispositivos de defensa. Donde la frontera atravesaba el agua, se colocaban mecanismos de defensa similares para evitar que nadie escapara.

¿Alguien logró escapar?

Al menos 138 personas perdieron la vida tratando de escapar a través del muro, pero se estima que 5.000 lograron huir, aunque ambas cifras son a menudo discutidas. Los que escaparon se escondieron en coches, se colaron por los puntos fronterizos, estrellaron tanques contra las fortificaciones, cruzaron a nado el canal de Teltow, remaron en un lilo sobre el río Spree, o se arrastraron por túneles especialmente construidos por equipos de voluntarios dedicados, entre los que se encontraban los aspirantes a escapistas. Entre los más espectaculares estaba el equilibrista de circo que cruzó una línea eléctrica en desuso hacia el oeste, rompiéndose los dos brazos en el proceso.

La mayoría de los que probaron suerte eran hombres con una edad media de 25 años.

¿Por qué se derribó?

Un otoño de crecientes protestas políticas en 1989 presionó al gobierno de Alemania del Este para que relajara las normas de viaje. A primera hora de la tarde del 9 de noviembre, un portavoz del gobierno dijo en una conferencia de prensa que los alemanes orientales podrían viajar libremente a Alemania Occidental. Cuando se le preguntó cuándo, dudó y, para sorpresa de los alemanes presentes, añadió: «inmediatamente».

En cuanto los medios de comunicación occidentales informaron – erróneamente- de que la frontera se había abierto, la gente empezó a reunirse en gran número en los puestos de control de ambos lados. Abrumados por el número de personas, los guardias dejaron de controlar los pasaportes en torno a las 11.30 de la noche, momento en el que la gente se agolpaba.

No fue hasta el 11 y el 12 de noviembre cuando se derribaron los primeros trozos de muro. El 10 de noviembre se hizo un agujero en el segmento del muro que cortaba la Puerta de Brandemburgo, pero las autoridades de Alemania Oriental volvieron a sellarlo y el muro no se derribó correctamente hasta el 22 de diciembre.

¿Cómo se retiró?

Las autoridades de Alemania Oriental empezaron a retirar trozos del muro utilizando amoladoras angulares, vehículos de construcción y grúas en los días posteriores al 9 de noviembre, para crear más puntos de paso entre el este y el oeste; miles de Mauerspechte o «picoteadores del muro» con martillos y cinceles acudieron a llevarse los trozos a casa.

Más tarde, la gente alquilaba los martillos por una tarifa. El sonido de los martillos sobre el hormigón reforzado con hierro se escuchó durante meses. La mayoría de los segmentos permanecieron en su lugar y se tardó más de dos años en retirar la mayor parte, con un programa oficial de demolición que no comenzó hasta el verano de 1990.

Después de mucho debate sobre la mejor manera de marcar la posición del antiguo muro, se colocó discretamente una doble fila de adoquines en las calles y aceras públicas.

¿Sigue habiendo algo de eso en Berlín?

Al principio había pocas ganas de mantener algo del muro en Berlín. Sólo años más tarde se empezó a hablar de la necesidad de construir una Erinnerungskultur o cultura de la memoria, lo que incluía traer trozos de vuelta y colocarlos en nuevos cimientos.

Se conservan todavía algunos tramos, pero se dice que hay más del muro expuesto en Estados Unidos que en el propio Berlín.

Los segmentos originales pueden encontrarse en:

La East Side Gallery Artistas de todo el mundo pintaron este tramo, el mayor trozo de muro exterior existente. Es uno de los lugares más visitados del Muro de Berlín, que atrae a unos 3 millones de visitantes al año. Con sus 1.314 metros de longitud, da una impresión de la imponente presencia física del muro.

Mauerpark Actualmente es un espacio verde muy popular entre todas las personas, desde las familias hasta los corredores, y alberga un mercadillo y un karaoke al aire libre; antiguamente se encontraba en la franja fronteriza y no era accesible para los berlineses.

Torre de vigilancia Schlesicher Busch De nuevo, a lo largo de la antigua franja fronteriza, la torre de 10 metros de altura y unos pocos metros de muro, se encuentra ahora entre clubes y parques, y una popular piscina flotante en el río Spree.

Potsdamer Platz Después de que se derribaran los últimos tramos originales del muro en 2008, se volvieron a levantar seis tramos junto a la estación de tren. Por alguna razón, los turistas han comenzado a presionar sus chicles de colores en el muro, a menudo imprimiendo las tapas de las botellas de cerveza en la arenilla. Es un lugar popular para hacerse selfies.

Cementerio de Santa Eduvigis En el cementerio de Santa Eduvigis hay una sección de 15 metros de la última «versión» del muro que se levantó, en 1975, conocida como «Muro de la Frontera 75». Discurre a lo largo del Liesenbrücken, que cruzaba la frontera entre el oeste y el este de Berlín.

Bösebrücke – Bornholmer Strasse Inmortalizado en la canción de David Bowie de 2013 Where Are We Now? («Veinte mil personas cruzan Bösebrücke, los dedos están cruzados, por si acaso») fue el centro de la atención mundial en la noche del 9 de noviembre cuando se convirtió en el primer cruce en abrirse. Decenas de cerezos japoneses bordean el llamado Mauerweg o camino del muro, que contiene un tramo del mismo.

Memorial del Muro de Berlín en la Bernauerstrasse Esta calle estaba dividida por el muro, que recorría su lado sur. La exposición al aire libre aquí es posiblemente la más impresionante, y una torre de vigilancia y una plataforma de observación ayudan a dar una idea de la escala del muro.

Topografía del terror Junto a la antigua sede del comando central de las SS, ahora un museo, hay un largo tramo del muro, de unos 200 metros de largo. Yuxtapuesto a la exposición permanente sobre los crímenes asesinos de las SS, es un recordatorio especialmente escalofriante de la tumultuosa historia del siglo XX.

Checkpoint Charlie El paso fronterizo más famoso, controlado por las tropas estadounidenses, Checkpoint Charlie es ahora un «monumento» disneyficado de mala calidad al muro. Pero queda un pequeño trozo del muro del «interior» en la esquina de la Schützenstrasse.

¿Y el resto del mundo?

Cientos de segmentos del muro han sido enviados a más de 50 países, la mayoría como piezas conmemorativas y actos de solidaridad y amistad, pero a veces como piezas subastadas y expuestas en fincas privadas.

Los trozos de muro pueden encontrarse ahora en lugares tan lejanos como la frontera entre Corea del Norte y del Sur, una estación de tren en Mónaco, un urinario en Las Vegas y una histórica sede de la cumbre este-oeste en Reikiavik.

Los trozos llegaron al extranjero de formas interesantes. Uno de ellos acabó en Kingston (Jamaica) tras ser regalado a Usain Bolt después de batir el récord de los 100 metros lisos en 2009. Otra apareció en Ciudad del Cabo tras ser seleccionada por Nelson Mandela.

¿Qué pasó con el resto?

Grandes secciones del muro fueron aplastadas y utilizadas para la construcción de autopistas. Más tarde, se utilizaron losas en la construcción de viviendas.

Las secciones siguen saliendo a la venta en las casas de subastas, con dos piezas vendidas por un precio muy superior al esperado de 17.000 libras en Sussex en marzo.

Aquellos que tengan dudas sobre si sus astillas y trozos son reales pueden enviar sus muestras, previo pago, a una agencia gubernamental -el Bundesanstalt für Materialprüfung (la oficina federal de control de materiales)- para su verificación. Muchos son falsos. A lo largo de los años, los trozos de pared se han convertido en cualquier cosa, desde pendientes hasta curas médicas. Existe un remedio homeopático en el que se dice que beber cantidades minúsculas ayuda a todo, desde el asma hasta el insomnio.

¿Qué ha sido de la franja de terreno sobre la que se asentaba?

Se ha transformado de diversas maneras en un carril bici, en un boom inmobiliario (véase el mar de bloques de oficinas acristalados en la Potsdamer Platz) y en un litigio (en torno a Griebnitzsee, donde los propietarios de villas se negaron a que el público accediera al camino junto al lago).

Bernd Ingmar Gutberlet, que es una especie de «arqueólogo del Muro de Berlín», dice que las huellas del antiguo muro están por todas partes, si se sabe dónde buscar.

«A menudo son sólo pequeños rastros, pero he encontrado de todo, desde pequeñas marcas en el suelo y zanjas excavadas para impedir la huida de los constructores de túneles, barras de hierro que marcaban la zona fronteriza, las lámparas que la iluminaban, así como pruebas de los numerosos intentos realizados para disfrazar el muro de manera que la gente olvidara literalmente que estaba allí, y obstáculos colocados en el suelo para impedir el paso de vehículos». Entre sus hallazgos se encuentra un segmento de muro que ahora está incorporado al muro del jardín de un jardín de infancia.

Cuanto más se acerque a las afueras de Berlín, dice, mayor será la posibilidad de encontrar pruebas. «Quiero animar a otras personas a hacer lo mismo», añade.

¿Qué conmemoraciones están previstas para el 30 aniversario de este año?

En Berlín está prevista una semana de festejos por el aniversario. La lista de actos oficiales y de otro tipo se puede consultar en: https://www.visitberlin.de/en/blog/11-top-events-30th-anniversary-fall-berlin-wall

Más lecturas

• El Muro de Berlín: del 13 de agosto de 1961 al 9 de noviembre de 1989 Frederick Taylor

• La historia del Muro de Berlín: Biografía de un monumento Hans-Hermann Hertle

• Después del Muro de Berlín: La memoria y la construcción de la nueva Alemania, desde 1989 hasta hoy Hope M Harrison

• Berlín en la Guerra Fría 1959-1966 Allan Hailstone

• El derrumbe: la apertura accidental del Muro de Berlín Mary Elise Sarotte

• Stasilandia: Historias de detrás del Muro de Berlín Anna Funder

• Die Berliner Mauer Für die Hosentasche – Was Reiseführer Verschweigen Bernd Ingmar Gutberlet

• Tunnels: the Untold Story of the Escapes Behind the Berlin Wall Greg Mitchell

Lista de películas

• ¡Adiós Lenin! (2003) Una comedia oscura ambientada en el final de la Guerra Fría. Una mujer despierta de un coma y se da cuenta de que el Muro de Berlín ha caído.

• Wings of Desire (1987) El clásico de Wim Wenders, ambientado en el Berlín de la Guerra Fría con sorprendentes vistas en blanco y negro que evocan el efecto alienante de la división.

• Sonnenallee (1999) ambientada en el Berlín oriental de los años 70.

• La vida de los otros (2006) Sobre las tragedias humanas desatadas por la vigilancia estatal de Alemania Oriental.

• Un, dos, tres (1961) Dirigida por Billy Wilder – ambientada en el Berlín de la Guerra Fría.

• Gundermann (2018) Dirigida por Andreas Dresen, sobre el cantautor alemán oriental de la vida real Gerhard Gundermann, que lucha con la vida en un estado totalitario como minero del carbón y con la policía secreta.

• En tiempos de la luz que se desvanece (2017) Un drama que muestra un día en la vida de una familia de Alemania Oriental. Basada en la novela de 2011 de Eugen Ruge: In Zeiten des abnehmenden Lichts.

• Deutschland 83 (2015) Una serie de televisión germano-estadounidense aclamada por la crítica sobre un alemán del este enviado al oeste como espía.