Qué ha cambiado en la ciudad natal de Harper Lee desde ‘Ruiseñor’

«Maycomb era una ciudad vieja, pero era una ciudad vieja y cansada cuando la conocí»

Así describe Scout Finch el escenario firmemente sureño de la querida novela de Harper Lee, «Matar a un ruiseñor». Maycomb es una ciudad ficticia, pero está basada en el lugar de nacimiento y el hogar de la infancia de Lee, Monroeville, en el condado de Monroe (Alabama), donde Lee murió el viernes.

El condado de Monroe fue el modelo perfecto para la ambientación de la novela de la época de la Depresión. Según los datos del censo de 1930, los granjeros, como la familia Cunningham de la novela, constituían el 74 por ciento del condado.1 Monroe era aproximadamente la mitad de negros y la mitad de blancos, pero los blancos estaban en mejor situación por una serie de medidas. Mientras el padre de Scout, Atticus, le leía todas las noches, el 25,8 por ciento de la población negra era analfabeta. Sólo el 3 por ciento de la población blanca no sabía leer.

Ochenta y cuatro años después, el condado de Monroe se ha vuelto más pequeño, más blanco y más rico, pero las disparidades raciales que Lee ilustró en su libro todavía existen. Hemos desenterrado los datos del censo de 1930, cuando se escribió el libro; de 1960, cuando se publicó el libro; y de 2014, el año más reciente del que se dispone de datos.

En general, el condado de Monroe sigue siendo pobre, con una tasa de pobreza del 29,2% y una tasa de pobreza infantil del 41,2%, ambas muy por encima de la tasa de Estados Unidos en general. La brecha racial tampoco se ha reducido mucho desde la publicación de la novela, al menos en Alabama en su conjunto (no se dispone de datos a nivel de condado): En 1960, más del 75% de los afroamericanos de Alabama vivían en la pobreza, lo que supone más del doble de la tasa de pobreza de los blancos, que es de aproximadamente el 30%. En 2014, la tasa de pobreza de los negros de Alabama era del 33,5 por ciento, lo que sigue siendo aproximadamente el doble de la tasa del 15,6 por ciento de los blancos.2

La brecha racial de ingresos parece haberse reducido, pero sigue siendo amplia. En 2014, la mediana de los ingresos familiares de las familias blancas en el condado de Monroe era de 38.188 dólares; para los negros era apenas la mitad, con 18.584 dólares. No se dispone de datos equivalentes a nivel de condado o incluso de estado para 1960, pero en el Sur en su conjunto, la familia típica no blanca ganaba el equivalente ajustado a la inflación de unos 20.000 dólares en 1959, un tercio de la cantidad ganada por la familia blanca típica.

Y, por último, lo que acabó por destrozar la inocencia infantil de Scout fue la condena injusta por parte del jurado de Tom Robinson, un hombre negro, al que Atticus defendió. Por razones obvias, no existen datos sobre las condenas erróneas, y ciertamente sobre el tipo de procesamiento deliberadamente erróneo que se describe en el libro. Pero más de medio siglo después de la publicación de Matar a un ruiseñor, las cuestiones de raza y el sistema de justicia penal siguen siendo un tema central en la conversación nacional, y se han producido protestas generalizadas en todo el país por la forma en que los ciudadanos negros son tratados por el sistema de aplicación de la ley. Según datos del Sentencing Project, la tasa de encarcelamiento de los negros en Alabama es tres veces y media mayor que la de los blancos. Esa disparidad es una de las menores del país.

ACLARACIÓN (22 de febrero, 10:55 a.m.): Una versión anterior de este artículo no señalaba que la cifra de ingresos de las familias no blancas del Sur en 1959 estaba ajustada a la inflación. La mediana de los ingresos de los no blancos ese año era de 2.520 dólares, lo que equivale a unos 20.000 dólares en 2014 si se ajusta a la inflación.