Las personas que puntúan alto en la escala de preocupación empática y toma de perspectiva en el índice de reactividad interpersonal son más propensas a ser altamente empáticas.
Hay varios signos que indican que alguien es empático, y los investigadores han encontrado algunas explicaciones científicas para estos rasgos. Las siguientes secciones las analizarán con más detalle.
- Espejar inconscientemente los movimientos de otra persona
- Espejar inconscientemente las emociones de otra persona
- Sentir el dolor de otra persona
- Ser más rápido y preciso en el reconocimiento de las emociones
- Ser más propensos a probar cosas nuevas
- Ser más propensos a ayudar a las personas en peligro
- Ser menos propenso a mostrar agresividad
Espejar inconscientemente los movimientos de otra persona
Las personas que son altamente empáticas pueden reflejar inconscientemente los movimientos de otras personas. Las resonancias magnéticas han demostrado que existe un mecanismo de transmisión neuronal en el cerebro que permite a los empáticos imitar las posturas, los gestos y las expresiones faciales de los demás.
Interesantemente, este mimetismo también se aplica a los movimientos diminutos. Si un empático ve una aguja pinchando la mano de otra persona, el cerebro del empático puede reaccionar como si fuera su mano, activando las mismas áreas motoras y sensoriales.
Espejar inconscientemente las emociones de otra persona
De forma similar a reflejar inconscientemente los movimientos de otra persona, los empáticos también son más propensos a reflejar inconscientemente las emociones de otra persona.
Los escáneres de resonancia magnética han demostrado que cuando un individuo altamente empático observa a otra persona que está experimentando una serie de emociones, el cerebro del empático dispara los mismos circuitos neuronales, haciendo que el empático sienta lo que la otra persona está sintiendo.
Sentir el dolor de otra persona
Un pequeño estudio encontró que las personas altamente empáticas reportaron sentir una descarga eléctrica que los investigadores dieron a otras personas.
Los investigadores dieron a 16 mujeres una descarga eléctrica mientras estaban conectadas a una máquina de imágenes cerebrales. Esta máquina mostró qué áreas de sus cerebros se activaban cuando sentían dolor.
Después de esto, los investigadores dijeron a las mujeres que sus cónyuges también recibieron una descarga eléctrica mientras estaban en otra habitación. Los cerebros de las mujeres utilizaron áreas similares a las de cuando los investigadores les dieron la descarga, lo que provocó a las mujeres algo de dolor.
Este estudio sugiere que las personas que son altamente empáticas pueden ser capaces de sentir físicamente el dolor de otra persona, hasta cierto punto. Sin embargo, este estudio fue muy pequeño, por lo que los científicos tendrán que llevar a cabo más investigaciones.
Ser más rápido y preciso en el reconocimiento de las emociones
Las personas que tienen una mayor empatía son generalmente más rápidas en el reconocimiento de las emociones, especialmente las expresiones faciales amenazantes, que las personas que no tienen tanta empatía.
Esta reacción más rápida también viene acompañada de una evaluación más precisa de las expresiones faciales de una persona, siendo más probable que las personas altamente empáticas reconozcan con precisión las expresiones amenazantes, felices o neutras que otras.
Ser más propensos a probar cosas nuevas
Las personas que tienen rasgos de alta empatía son más propensas a probar nuevas actividades y acercarse a nuevas situaciones si ven a otra persona disfrutando.
A la inversa, las personas con rasgos de alta empatía son menos propensas a probar nuevas actividades o situaciones si ven que otra persona está molesta o muestra signos de angustia.
Ser más propensos a ayudar a las personas en peligro
Ciertas áreas del cerebro son más propensas a «codificar» las respuestas a las reacciones positivas y negativas.
Los cerebros de las personas con alta empatía son más propensos a codificar las respuestas correctas hacia las reacciones positivas, como empatizar con una persona que recibió dinero, y hacia las reacciones negativas, como sentir ternura hacia los afligidos.
Estas respuestas cerebrales pueden hacer más probable que una persona decida evitar causar daño a otra, por ejemplo.