La mayoría de las enfermedades mentales no tienen una única causa. En cambio, tienen una variedad de causas, llamadas factores de riesgo. Cuantos más factores de riesgo tenga, más probabilidades tendrá de desarrollar una enfermedad mental. A veces, la enfermedad mental se desarrolla gradualmente. Otras veces, no aparece hasta que un acontecimiento estresante la desencadena.
Hay muchos factores de riesgo y desencadenantes, pero he aquí algunos ejemplos:
- Genética. Las enfermedades mentales suelen ser hereditarias.
- Entorno. Vivir en un entorno estresante puede hacer más probable el desarrollo de una enfermedad mental. Cosas como vivir en la pobreza o tener una familia abusiva ponen mucho estrés en su cerebro y a menudo desencadenan enfermedades mentales.
- Trauma infantil. Aunque ya no esté en un entorno estresante, las cosas que le ocurrieron de niño pueden tener un impacto más adelante en la vida.
- Eventos estresantes: como perder a un ser querido o tener un accidente de coche.
- Pensamientos negativos. Desanimarse constantemente o esperar lo peor puede hacer que se quede atrapado en un ciclo de depresión o ansiedad.
- Hábitos poco saludables: como no dormir lo suficiente o no comer.
- Drogas y alcohol: Abusar de las drogas y el alcohol puede desencadenar una enfermedad mental. También puede dificultar la recuperación de la enfermedad mental.
- Química del cerebro. Las enfermedades mentales implican un desequilibrio de las sustancias químicas naturales del cerebro y del cuerpo.
Estos factores de riesgo no sólo afectan a quién desarrollará una enfermedad mental en primer lugar. También influyen en la gravedad de sus síntomas y en el momento en que los experimentarán.
También puede mejorar su propia salud mental tomando medidas para reducir sus factores de riesgo. Esto puede incluir la búsqueda de tratamiento, como la medicación o la terapia.