Prima de riesgo

Las primas de riesgo se utilizan habitualmente en finanzas. Esto se debe a que los inversores, por lo general, no asumirán voluntariamente el riesgo a menos que esperen alguna compensación por hacerlo. Esto hace que las primas de riesgo sean un tema bastante importante en las finanzas, ya que son cruciales para poder proporcionar un valor a los activos financieros.

En las finanzas, un enfoque común para medir las primas de riesgo es comparar la rentabilidad libre de riesgo de las letras del Tesoro y la rentabilidad de riesgo de otras inversiones (utilizando la rentabilidad ex post como una aproximación a la rentabilidad esperada ex ante). La diferencia entre estas dos rentabilidades puede interpretarse como una medida del exceso de rentabilidad esperada del activo de riesgo. Este exceso de rentabilidad esperada se conoce como prima de riesgo.

  • Patrimonio neto: En el mercado de valores, la prima de riesgo es la rentabilidad esperada de las acciones de una empresa, de un grupo de acciones de una empresa o de una cartera de todas las acciones de una empresa del mercado de valores, menos el tipo libre de riesgo. El rendimiento de la renta variable es la suma de la rentabilidad de los dividendos y las plusvalías. La prima de riesgo de la renta variable también se denomina prima de la renta variable. Esta prima de riesgo es una cantidad inobservable, ya que no se sabe cuál es la tasa de rendimiento esperada de la renta variable para el participante medio del mercado (aunque cada participante individual conoce su propia expectativa). No obstante, la mayoría de la gente cree que existe una prima de riesgo incorporada a la renta variable, y esto es lo que anima a los inversores a colocar al menos parte de su dinero en la renta variable.
  • Deuda: En el contexto de los bonos, el término «prima de riesgo» se utiliza a menudo para referirse al diferencial de crédito (la diferencia entre el tipo de interés del bono y el tipo libre de riesgo).

Utilización de la prima de riesgo para realizar valoraciones

Como ya se ha dicho, una de las mayores razones para conocer las primas de riesgo es estimar el valor de los activos financieros. Hay una serie de modelos utilizados en las finanzas con el fin de proporcionar esto el más utilizado es el Modelo de Precios de Activos de Capital o CAPM. El CAPM utiliza el riesgo de la inversión y el rendimiento que debe esperar un inversor para ayudar a estimar el valor de la inversión. En finanzas, el CAPM se utiliza generalmente para estimar la tasa de rendimiento requerida para un capital. Esta tasa de rendimiento requerida puede utilizarse entonces para estimar un precio para la acción, lo que puede hacerse a través de varios métodos. La fórmula del CAPM es:

El Tipo Libre de Riesgo + La Beta del Valor * La Prima de Riesgo del Mercado

En este modelo, utilizamos la prima de riesgo del mercado y la multiplicamos por la beta del valor. La beta de un valor es la medida de la volatilidad relativa de las acciones en comparación con el mercado, es decir, es una medida de cómo se mueve el precio de las acciones en comparación con el mercado. Si la beta de una acción es 1, un aumento del 10% en el mercado se traducirá en un aumento del 10% en el precio de la acción. Si la beta de una acción es 1,5, un aumento del 10% en el mercado se traducirá en un aumento del 15% en la acción, y si la beta de una acción es 0,5, un aumento del 10% en el mercado se traducirá en un aumento del 5% en la acción. Esta beta se encuentra generalmente a través del análisis estadístico del historial de precios de las acciones. Por lo tanto, el CAPM pretende ofrecer un modelo sencillo para estimar la rentabilidad requerida de una inversión que utiliza la teoría de las primas de riesgo. Esto ayuda a proporcionar a los inversores un medio sencillo para determinar la rentabilidad que debería ofrecer una inversión en relación con su riesgo.

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