Riesgos de asfixia
La asfixia se produce cuando se bloquean las vías respiratorias de un niño. Cualquier cosa más pequeña que una moneda de 20 céntimos puede causar una obstrucción de las vías respiratorias y ser un riesgo de asfixia para los niños.
Los ejemplos de riesgos de asfixia incluyen:
- artículos alimenticios como piruletas, malvaviscos, manzanas crudas, trozos de carne (incluidos el pollo y el pescado), frutos secos, zanahorias crudas, guisantes sin cocer, semillas (incluidos los granos de palomitas de maíz), uvas, pepitas y huesos de frutas, perritos calientes y salchichas
- artículos domésticos como monedas, pilas pequeñas, imanes pequeños, tapas de bolígrafos y rotuladores, y joyas
- juguetes y partes de juguetes como figuras de plástico, canicas, ojos de juguetes de peluche, pelotas de ping pong y globos (sin inflar o reventar)
- objetos de jardín como guijarros
- cualquier otro artículo pequeño.
¿Sabes qué hacer ante un niño que se ahoga? Nuestro artículo sobre primeros auxilios en caso de atragantamiento y las guías ilustradas sobre primeros auxilios en caso de atragantamiento para bebés y primeros auxilios en caso de atragantamiento para niños y adolescentes le indican los pasos a seguir.
Prevención de atragantamientos mientras su hijo come: consejos
Estos consejos pueden ayudarle a proteger a su hijo de atragantamientos mientras come:
- Siéntese mientras come. Su hijo tiene más probabilidades de atragantarse si come tumbado, corriendo o jugando, por lo que sentarse en una mesa o incluso en el suelo reducirá el riesgo. Si se sienta con su hijo mientras come, y le habla o le entretiene, tendrá menos tentaciones de levantarse y corretear.
- Anime a su hijo a masticar bien los alimentos. Enseñar a su hijo a masticar y tragar correctamente, y a tomarse su tiempo durante las comidas, reducirá el riesgo de atragantamiento.
- Mantenga los trozos de comida pequeños. Hasta que su hijo pueda masticar bien, déle la comida en trozos más pequeños que un guisante. Todo lo que sea más grande es difícil de comer con seguridad para los niños pequeños. Esto se debe a que sus vías respiratorias son pequeñas y todavía están aprendiendo a masticar y tragar correctamente.
- Cocine, ralle o haga un puré con los alimentos duros, especialmente con las frutas y verduras duras, como las zanahorias y las manzanas.
- Evite los frutos secos enteros y otros alimentos duros similares hasta que su hijo tenga tres años. Los trozos de maíz, los malvaviscos, las piruletas y las uvas también pueden suponer un riesgo de asfixia.
- Evite dar el biberón a su bebé en la cama. Los bebés que se quedan dormidos con un biberón pueden aspirar líquido hacia sus pulmones y atragantarse con él.
Prevenir los atragantamientos en casa: consejos
Estos consejos pueden ayudarle a proteger a su hijo de los atragantamientos en casa:
- Intente mantener los objetos pequeños fuera de su alcance. La curiosidad lleva a los niños a meterse en la boca cosas poco habituales. Compruebe si hay objetos pequeños en el suelo poniéndose a la altura del niño y mirando a su alrededor.
- Siga siempre las recomendaciones de edad de los juguetes. Utilice juguetes sólidos y resistentes, y evite los que tengan piezas pequeñas, partes rompibles o superficies frágiles. Compruebe que los juguetes no tengan relleno expuesto ni tornillos o botones sueltos.
- Evite comprar juguetes con pilas de botón. Compruebe los compartimentos de las pilas en los objetos de su casa para asegurarse de que están bien sujetos. Mantenga las pilas de botón sueltas fuera de su alcance.
- Guarde los juguetes para niños pequeños y hermanos mayores en cajas separadas. Anime a los hermanos mayores a mantener sus juguetes pequeños fuera de su alcance. Esto puede incluir Lego, ropa para muñecas, cuentas, piezas de coches, etc.
La herramienta gratuita «Choke Check» de Product Safety Australia puede ayudarle a identificar los juguetes y otros objetos que presentan riesgos de asfixia o ingestión. También puede visitar o suscribirse a Product Safety Australia Recalls para estar atento a la información sobre la retirada de productos.
Niños con mayor riesgo de asfixia
Los niños con discapacidades o enfermedades crónicas pueden tener un mayor riesgo de asfixia que los demás niños.
Los niños tienen más probabilidades de asfixiarse si tienen una discapacidad como parálisis cerebral, epilepsia, discapacidad intelectual, asma o enfermedad por reflujo gastroesofágico. Si su hijo padece alguna de estas enfermedades, hable con su médico sobre la mejor manera de evitar que se atragante.