En el Reino Unido han aparecido cepas de gonorrea con altos niveles de resistencia al antibiótico azitromicina, advierte la Agencia de Protección de la Salud (HPA).
La advertencia se hizo el 4 de abril y llega después de que se detectaran seis casos de gonorrea altamente resistentes a la azitromicina; cinco en Liverpool y uno en Cardiff. En los seis casos se produjo una transmisión heterosexual.
Una única dosis de 1g de azitromicina es uno de los tratamientos recomendados para la infección de transmisión sexual por clamidia. También hay pruebas que demuestran que una dosis única de 2g del fármaco es muy eficaz contra las cepas de gonorrea que son sensibles al fármaco, pero se asocia con malestar estomacal. Es importante señalar que la azitromicina no se recomienda como tratamiento estándar para la gonorrea en el Reino Unido.
Glosario
clamidia
La clamidia es una infección común de transmisión sexual, causada por una bacteria llamada Chlamydia trachomatis. Las mujeres pueden contraer clamidia en el cuello uterino, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraerla en la uretra (dentro del pene), el recto o la garganta. La clamidia se trata con antibióticos.
cepa
Variante caracterizada por un genotipo específico.
antibióticos
Los antibióticos, también conocidos como antibacterianos, son medicamentos que destruyen o ralentizan el crecimiento de las bacterias. Se utilizan para tratar enfermedades causadas por bacterias.
Intramuscular
Se inyectan en un músculo.
Desde el año 2000, el Programa de Vigilancia de la Resistencia Gonocócica a los Antimicrobianos (GRASP) ha estado recopilando datos sobre las cepas de gonorrea resistentes a los medicamentos. En 2005, el 2,2% de los casos de gonorrea presentaban resistencia a la azitromicina, pero en algunas regiones del Reino Unido el 5% de los casos de la infección son resistentes a la azitromicina.
Muchos pacientes infectados con gonorrea también tienen clamidia y la HPA advierte que «el uso de la azitromicina para el manejo de la clamidia puede ser el tratamiento de infecciones gonocócicas no detectadas también».
Ninguno de los seis pacientes con gonorrea de alto nivel de resistencia a la azitromicina reportados por la HPA tenía un historial de terapia con azitromicina. Además, los seis pacientes tenían gonorrea que podía tratarse con otros antibióticos, como penicilina, ciprofloxacina, espectinomicina, ceftriaxona y cefixima.
La HPA insiste a los médicos en que la azitromicina no debe utilizarse para el tratamiento de la gonorrea. Además, los pacientes tratados con doxiciclina o azitromicina para la clamidia no deben considerarse adecuadamente tratados para la gonorrea.
Las actuales directrices de tratamiento del Reino Unido recomiendan una inyección intramuscular de ceftriaxona o cefixima para la gonorrea, y ésta debe administrarse al mismo tiempo que el tratamiento de la clamidia en pacientes con ambas infecciones.
La HPA aprovecha su alerta para recordar a los médicos que todos los laboratorios deben analizar las muestras de gonorrea para detectar la resistencia a la ceftriaxona y la cefixima, así como a la azitromicina, la doxicilina, la ciprofloxacina y la penicilina, y que los casos de resistencia deben notificarse.