Mudarse a una nueva casa nunca es fácil. El hecho de que una cama grande pueda caber dentro de un dormitorio no significa que vaya a pasar por la puerta de la habitación. Así que es típico que las camas vengan en piezas que deben desmontarse para poder pasar por la puerta y volver a montarse una vez dentro.
Lo mismo puede decirse del mononucleótido de nicotinamida, una molécula llamada NMN para abreviar. El NMN es un precursor del NAD+, o dinucleótido de nicotinamida adenina, lo que significa que se convierte en NAD+ a través de una serie de transformaciones químicas. El NAD+ es un elemento fundamental que se encuentra en todas las células del cuerpo, pero los niveles de NAD+ descienden de forma natural con la edad, lo que hace que éste -y el NMN, en consecuencia- sean cruciales.
Sin embargo, el NMN es como una gran cama que intenta pasar por una puerta: No entra fácilmente en la célula. Una forma de que el NMN entre en la célula es que se transforme químicamente en otra molécula (llamada nicotinamida ribósido, o NR) antes de que pueda entrar en la célula. El NR se ha ganado un nombre como precursor altamente eficiente del NAD+ y puede entrar en la célula tal cual. El NMN, por su parte, a veces se convierte en NR antes de entrar en la célula, donde se transforma químicamente de nuevo en NMN y luego, en última instancia, se convierte en NAD+.
Hemos aprendido que el NR conduce al NAD+ y que también tiene su propia vía que evita varios pasos que otros precursores del NAD+ tienen que dar. Sin embargo, a principios de 2019, una nueva investigación reveló que el NMN podría sólo tener que convertirse en NR para ciertos tipos de células, ya que el NMN puede entrar en las células del intestino delgado de los ratones. No está claro si esto se traducirá en los seres humanos, si es que lo hace, pero ha puesto al NMN como el chico más nuevo de la cuadra, haciendo que muchos se pregunten: ¿Cómo se compara con el NR?