Muebles, instalaciones y equipos (FF&E)

¿Qué es el mobiliario, las instalaciones y los equipos (FF&E)?

Muebles, instalaciones y equipos (abreviado como FF&E o FFE) se refiere a los muebles, instalaciones y otros equipos móviles que no tienen una conexión permanente con la estructura de un edificio. Estos artículos, que incluyen escritorios, sillas, ordenadores, equipos electrónicos, mesas, librerías y tabiques, suelen depreciarse sustancialmente durante su uso a largo plazo pero, no obstante, son costes importantes a tener en cuenta a la hora de valorar una empresa, especialmente durante los eventos de liquidación.

Estos artículos se denominan a veces mobiliario, instalaciones y accesorios (FF&A).

Consignas clave

  • Los muebles, instalaciones y equipos (FF&E) son artículos que no están fijados permanentemente a un edificio y que, por lo tanto, son fácilmente extraíbles de sus respectivas ubicaciones.
  • A efectos contables, cada elemento FF&E tiene una vida útil diferente, según las directrices del IRS.
  • Las empresas contabilizan el desgaste de los elementos FF&E depreciando su valor a lo largo de su vida útil.

Explicación del mobiliario, las instalaciones y el equipo

Un activo se clasifica como FF&E si es utilizado por una empresa para las operaciones diarias normales. Por ejemplo, un recepcionista de oficina depende de su escritorio, silla, teléfono, ordenador, organizador de escritorio y portabolígrafos para llevar a cabo las actividades rutinarias durante el curso normal del negocio.

Los contables clasifican los FF&E como activos tangibles, en partidas separadas en los estados financieros y otros documentos presupuestarios. El saldo de FF&E se añade entonces a los costes totales de un proyecto para determinar si una iniciativa está por encima o por debajo del presupuesto.

Ejemplo del mundo real sobre el tratamiento contable de los FF&E

Los contables distribuyen los costes de adquisición de los elementos FF&E a lo largo del tiempo depreciando su valor de forma constante durante su vida útil. Pero para lograr esto, los contables deben primero determinar correctamente la vida útil de cada artículo, basándose en las directrices del IRS.

Aunque los artículos FF&E suelen tener vidas útiles de un año o más, pueden variar sustancialmente, de un artículo a otro. Por ejemplo, mientras que un ordenador de sobremesa puede considerarse tecnológicamente obsoleto al cabo de tres años, según Hacienda, tiene una vida útil de cinco años. Por el contrario, el IRS asigna al mobiliario de oficina una vida útil de siete años.

Los equipos de seguridad, como los escáneres de rayos X, pueden considerarse FF&E, porque estos artículos pueden retirarse de las instalaciones de un edificio y colocarse en otro lugar.

Ejemplo del mundo real de la depreciación FF&E

Supongamos que un coche nuevo vale 10.000 dólares, y que tiene una vida útil de cinco años, según el IRS. Supongamos además que el valor máximo de salvamento del vehículo es del 20%. Cuando la empresa compra el coche por primera vez, registra el cargo de depreciación mensual de la siguiente manera:

$10.000-(20%×$10.000)60 Meses=$133,33{in} {aligned} \frac { \$10,000 – (20\% \times \$10,000) }{ 60 \text{ Meses} } = \$133,33 \$end{aligned}60 Meses$10.000-(20%×$10.000)=$133,33

El cargo por depreciación es de $133,33 al final del primer mes. El valor neto contable del coche se calcula como la diferencia entre el valor contable original y el importe de su depreciación acumulada a lo largo de su vida útil.

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