Mi primer día como profesor


Al igual que otras primeras veces en mi vida, mi primer día como profesor en mi propia aula de secundaria me hizo sentir emocionado y nervioso a partes iguales. Sin embargo, intenté no preocuparme demasiado y me dije a mí misma que incluso los profesores más experimentados sienten aprensión al conocer a los nuevos alumnos al comienzo de cada curso escolar.

Para mí, la preparación es crucial. Pasé unos días al final de las vacaciones de verano decorando mi aula, desarrollando recursos y planificando mi primera semana de clases.

La planificación previa me da una sensación de confianza y, en mi opinión, es la clave del éxito.

En mi autoridad local, se nos da una sesión de formación e información en el servicio al comienzo de cada nuevo trimestre. Mis primeras impresiones fueron realmente positivas y, como antigua alumna del centro, fue una experiencia muy acogedora para mí. El primer día del curso, antes de empezar las clases, respiraba profundamente, echaba un vistazo a mi aula recién decorada, volvía a comprobar mis planes de clase y recordaba todo lo que había hecho para llegar hasta aquí. Era el momento de empezar el año con éxito.

Mi consejo para el primer día:

  • Llegue pronto para recibir a sus alumnos con una cara sonriente. Ellos también están nerviosos por empezar un nuevo curso escolar y ver una cara feliz puede hacer que se sientan más relajados sobre su nueva experiencia.
  • Dé la bienvenida a los alumnos a su aula, invitándoles a tomar asiento hasta que establezca un plan de asientos eficaz para ellos.
  • Tenga previstas algunas actividades para romper el hielo. Para el nivel de secundaria, considere la posibilidad de crear un diccionario de la clase. Los alumnos pueden escribir una definición de sí mismos en tres partes que incluya características físicas, rasgos de personalidad y aficiones o intereses favoritos. Como profesor, también deberías involucrarte y compartir alguna información sobre ti mismo con tus alumnos. Esto le ayudará a ser más accesible y a establecer una relación con sus alumnos.
  • Explique las expectativas del aula. Presente las rutinas más importantes del aula de forma positiva. Explique, discuta y dé a sus alumnos la oportunidad de desarrollar su propio conjunto de normas de clase. Recuerda que no lo aprenderán todo en un día. Por lo tanto, siga insistiendo y practicando las rutinas del aula durante las primeras semanas.
  • Responda rápidamente a los problemas de comportamiento, aplicando sanciones cuando sea necesario y siguiendo los procedimientos disciplinarios del centro.
  • Genere interés y entusiasmo insinuando los nuevos temas que tiene previsto tratar en las próximas semanas.
  • Lleve a los alumnos a conocer su aula – ¡especialmente útil si la suya es una asignatura práctica! Explique qué hay en todos los armarios y cajones. Muéstrales lo que es accesible y lo que está prohibido.
  • Por último, ¡sé tú mismo! Deja que tu pasión y entusiasmo por el tema brillen. Debes comprometerte plenamente a marcar la diferencia en la vida de los jóvenes. No tenga miedo de probar cosas nuevas para promover el aprendizaje de los alumnos y mejorar la experiencia de los mismos.

Si sus actividades del primer día involucran a todos sus alumnos de manera que les permita tener éxito, estará seguro de causar una buena primera impresión. Se le verá como un líder atento y organizado que se centra en crear un entorno estimulante y cooperativo.

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