LIDOCAÍNA COMO AGENTE ANTIARRITMICO

Resumen. Se ha utilizado lidocaína en el tratamiento de 93 episodios de arritmias en 68 pacientes en una unidad de cuidados coronarios. Cuarenta y nueve de los pacientes sufrieron un infarto agudo de miocardio. Se administró inicialmente una dosis de refuerzo de 25, 50 o 100 mg. Cuando era eficaz, esta inyección iba seguida de una infusión intravenosa de 1/2-4 mg/min cuando se deseaba un efecto prolongado. En esta serie, la lidocaína demostró ser eficaz en el tratamiento de las extrasístoles y taquicardias ventriculares y facilitó la cardioversión en algunos pacientes con taquicardia o fibrilación ventricular, mientras que pocos casos de arritmias supraventriculares pudieron controlarse de esta manera. Los efectos secundarios, especialmente la hipotensión, fueron poco frecuentes y, por regla general, remitieron tras una breve interrupción del fármaco. Esto también fue cierto en dos casos de taquicardia supraventricular tras el tratamiento con lidocaína. Sin embargo, este fármaco podría ser incriminado por contribuir a la muerte de dos pacientes con infarto de miocardio. En comparación con la quinidina y la procainamida, la lidocaína tiene las ventajas de un rápido inicio de acción y una rápida eliminación. Además, los efectos secundarios circulatorios perjudiciales parecen ser muy raros.

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