La tiña en los gatos es una infección fúngica de la piel muy contagiosa. Es más común en gatitos y gatos de pelo largo, pero puede afectar a cualquier raza y edad. También es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse a los seres humanos, en particular a las personas inmunodeprimidas.
A pesar del nombre, la tiña no está causada en realidad por un gusano, sino por un grupo de hongos llamados dermatofitos y puede conocerse por su nombre médico, dermatofitosis.
Debido a la naturaleza altamente contagiosa de la enfermedad, es esencial que el tratamiento de la tiña para gatos se busque lo antes posible. Si sospecha que su gato padece tiña, siga leyendo para saber qué debe hacer.
¿Qué es la tiña en los gatos?
Esta afección cutánea común es una infección fúngica que se alimenta de la queratina del pelo, la piel y las uñas del gato. Se denomina «tiña» porque el hongo crea lesiones circulares en forma de anillo en la piel de los gatos, normalmente asociadas a la pérdida de pelo. Suelen aparecer en la cabeza, las orejas, a lo largo de la cresta del lomo y en las patas delanteras, pero pueden estar presentes en cualquier parte del cuerpo.
¿Cómo se contagian los gatos de la tiña?
La tiña en los gatos es muy contagiosa y lo más habitual es que se contagie por contacto con gatos infectados. Puede propagarse rápidamente en los hogares con varias mascotas, ya que se distribuye a través de esporas de hongos en la piel y el pelo que se ha desprendido. La tiña es muy común en los gatitos menores de un año, ya que su sistema inmunitario aún se está desarrollando. También afecta más a los gatos de pelo largo, porque el hongo queda atrapado en el pelaje más largo y es más difícil de eliminar.