Con cuatro premios Grammy en su carrera, cinco MTV Video Music Awards y cinco Soul Train Music Awards, Tionne «T-Boz» Watkins, Rozonda «Chilli» Thomas y la difunta y gran Lisa «Left Eye» Lopes son leyendas en su campo. Sin embargo, a pesar de su inconfundible presencia en los libros de historia del R&B, T-Boz, Chilli &Ojo Izquierdo acabaron declarándose en quiebra el 3 de julio de 1995, declarando deudas por la friolera de 3,5 millones de dólares. ¿Cómo es posible?
TLC acababa de publicar CrazySexyCool hacía menos de un año, que contenía temas intemporales como Waterfalls y Creep. Recibieron elogios de la crítica y un gran éxito comercial, pasando más de dos años en el Billboard 200 y llegando al número tres. En Australia, el álbum alcanzó el número 5 en las listas ARIA y fue certificado dos veces como disco de platino, llegando a vender 14 millones de copias en todo el mundo. CrazySexyCool se convirtió en el álbum más vendido de un grupo femenino estadounidense, y sigue siendo el único álbum de un grupo femenino que ha recibido la certificación de diamante de la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos -que ha certificado como platino 11 veces en Estados Unidos.
Eran miembros de la realeza de la música; ¿cómo es posible que ocurra algo de ese nivel de ruina financiera total? Resulta que es bastante fácil, siempre que se conozcan las trampas de un jugoso contrato de Hollywood. El grupo sostuvo que había llegado a un acuerdo bastante desfavorable en relación con sus contratos tanto con su representante Perri «Pebbles» Reid como con sus sellos asociados LaFace Records y Arista Records.
En primer lugar, Arista Records, LaFace Records y Pebbitone recuperaron su inversión en costes de grabación, fabricación y distribución, lo cual es una práctica bastante habitual en la industria musical: la discográfica pagará la factura inicial para poner en marcha el álbum y la descontará de la parte de las ventas del artista más adelante. Esto se convierte en un problema si uno se desborda y malgasta los fondos, lo que sin duda alegó TLC.
Tanto la productora de Pebble, Pebbitone, como LaFace Records se encargaron de una serie de gastos adicionales, como viajes en avión, hoteles, promoción, esos brillantes vídeos musicales de los años 90, comida, ropa y mucho más. Según los miembros de TLC, cuanto más éxito tenía CrazySexyCool, más se endeudaban. No ayudó el hecho de que Watkins también necesitara dinero para una atención médica seria y que Lopes tuviera que hacer frente a los pagos del seguro tras un incendio provocado (una larga historia). Después de estos gastos, había que pagar a los mánagers, abogados, productores e impuestos, lo que dejaba a cada miembro del grupo con menos de 50.000 dólares al año por sus esfuerzos, lo que no es nada bueno, teniendo en cuenta que habían tenido uno de los álbumes multimillonarios más exitosos de todos los tiempos.
Al final, el contrato de TLC con LaFace en 1991 hizo que el trío recibiera 56 centavos por cada álbum vendido, y aún menos por cada single, que luego tuvieron que dividir en tres partes. Incluso para los estándares de la mayoría de los contratos de grabación de los grandes sellos de la época, esto se reconocía como una auténtica mierda. Finalmente, el grupo se desvinculó de su contrato con Pebbitone y consiguió renegociar su acuerdo con LaFace Records tras dos años de incómodas disputas legales.
Aunque es justo decir que el grupo ha sufrido contratiempos y tiempos difíciles -incluido el trágico fallecimiento de Lopes en 2002-, es un testimonio del legado y el coraje del grupo que nunca se ha echado atrás. Con su primer lanzamiento en 15 años, el grupo acaba de presentar su quinto y último álbum, apropiadamente titulado TLC, tras una exitosa campaña de Kickstarter. Aunque es su último lanzamiento, Watkins y Thomas aclararon que nunca se «separarán», y que seguirán actuando juntos como TLC – manteniendo el espíritu de su increíble legado en los años venideros.
Algunas cosas, por suerte, nunca cambian.
¡Claro que no!
– TLC (@OfficialTLC) June 6, 2017