La forma de leer un libro determina cómo lo entenderás

¿Lees para comprender o para informarte?

Thomas Oppong

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Mar 16, 2020 – 4 min read

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La lectura nos permite crecer personal y profesionalmente. Es una fuente regular de nuevas ideas, perspectivas, modelos y alegría.

Personalmente me encanta aprender cosas nuevas y relevantes. Utilizo diferentes enfoques para cada libro que elijo leer. Para muchos libros, leo para comprender en lugar de para obtener información. Mi objetivo determina cómo leo un libro. Para una mejor comprensión, utilizo el aprendizaje lento y profundo.

Hay una gran diferencia entre leer para comprender una idea o un concepto y leer para obtener información que te ayude en tu proyecto. La forma en que leerás La riqueza de las naciones de Adam Smith será muy diferente de cómo te acercarás a El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald. Ambos son grandes escritores con dos ideas e historias diferentes.

Tu objetivo (y a veces tu percepción de un libro) puede determinar tu nivel de compromiso hacia el libro. Algunas personas leen para encontrar una idea específica que resuelva un problema personal – Y al resolverlo, saben que crecerán y se beneficiarán de la solución. Otros leen por el placer de perderse en la gran ficción.

También se puede leer para liderar, argumenta Ryan Holiday. «Leer para liderar significa empujarte a ti mismo: leer libros «por encima de tu nivel». Explica que «leer para liderar o aprender requiere que trates a tu cerebro como el músculo que es, levantando los temas con más tensión y peso».

Un buen libro puede enseñarte sobre el mundo y sobre ti mismo. Puede ayudarte a ser más sabio, no sólo más informado. Pero más sabio, en el sentido de que te vuelves profundamente consciente de las verdades perdurables de la vida humana.

«Si un libro es fácil y se adapta bien a todas tus convenciones lingüísticas y formas de pensamiento, probablemente no crecerás mucho con su lectura. Puede ser entretenido, pero no ampliará tu comprensión. Lo que cuenta son los libros difíciles. Rastrillar es fácil, pero todo lo que consigues son hojas; cavar es difícil, pero puedes encontrar diamantes», escribe Mortimer J. Adler en su libro How to Read a Book: The Classic Guide to Intelligent Reading.

Un buen libro merece una lectura activa. Leer con eficacia o aprender algo perspicaz requiere un trabajo mental. Es incómodo, y por eso pocas personas adoptan el aprendizaje profundo en la era del skimming y la lectura rápida.

«Todo libro debe leerse no más despacio de lo que merece, y no más rápido de lo que se puede leer con satisfacción y comprensión», argumenta Adler. En su libro, Mortimer identifica cuatro niveles de lectura:

Lectura elemental (alfabetización)

La forma básica de lectura que se enseña en las escuelas. Casi todo el mundo conoce alguna forma de lectura elemental. Una vez que se puede interpretar correctamente las letras, se ha alcanzado cierto grado de suficiencia de este nivel.

Lectura inspeccional (skimming)

La lectura inspeccional eleva la lectura elemental a un nivel superior. Adler la define como «ojeada sistemática»: consiste en comprender el esquema y la estructura de un libro en un corto período de tiempo. Te proporciona una idea de lo que trata un libro en un tiempo limitado.

Con tanto que leer y aprender, la mayoría de la gente se detiene en la lectura inspeccional. En el proceso enseñan a sus cerebros a formar atajos para lidiar con todo: escanear, buscar frases valiosas, desplazarse hacia arriba y hacia abajo rápidamente. Por muy beneficioso que sea a corto plazo se puede perder la atención y la concentración.

Analítica (comprensión)

Es una lectura minuciosa y completa de un libro. En este nivel, el lector lee detenidamente el libro y se hace preguntas. La lectura analítica no es necesaria para las personas que leen únicamente por entretenimiento. Francis Bacon dijo una vez: «algunos libros son para ser saboreados, otros para ser tragados, y algunos pocos para ser masticados y digeridos»

En este nivel, se empieza a involucrar la mente y a profundizar. Es un enfoque que indaga más profundamente para comprender el mensaje y el objetivo de la pieza que lees. En esta etapa, empiezas a dar sentido a la escritura de un autor comparándola y contrastándola con tus experiencias personales, sentimientos, pensamientos y conocimientos previamente adquiridos.

Lectura sintética (síntesis)

Este es el más complejo de todos los niveles de lectura. Representa la lectura más exigente y difícil de todas. La lectura sintética, sin embargo, es el nivel de lectura más gratificante porque ayuda al lector a comprender un tema en profundidad.

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