El láser Génesis pone en marcha la producción de nuevo colágeno, para reparar los signos de envejecimiento y los daños del sol. Se trata de un láser vascular no ablativo (lo que significa que no elimina la capa superior de la piel), que utiliza la tecnología de micropulsos a una longitud de onda de 1064 nm, disparando breves ráfagas de energía tan rápidamente que no daña la superficie de la piel.
En manos de un profesional experimentado, puede tratar con seguridad las líneas finas, la textura irregular, la opacidad, el enrojecimiento, la rosácea, los poros dilatados y las cicatrices del acné, todo ello sin tiempo de inactividad.
El dispositivo Láser Génesis puede tratar con seguridad la piel de cualquier parte de la cara o el cuerpo, y a menudo se combina con otros procedimientos, para obtener resultados óptimos. Una de las principales ventajas de este tratamiento con láser es que es mucho menos probable que provoque hiperpigmentación en los pacientes de piel oscura, a diferencia de muchos otros láseres.
«Es posible que al año de empezar los tratamientos con Láser Génesis mires tus fotos y pienses: ‘Vaya, tengo mejor aspecto que el año pasado por estas fechas'»-Dr. Jason Emer, dermatólogo certificado especializado en dermatología estética
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