La fascia plantar, o tendón del arco, es una banda gruesa de tejido conectivo que va desde el talón hasta la parte delantera del pie. Está formada por tres partes distintas: bandas medial, central y lateral. La banda central es la más gruesa y fuerte, y es la parte más probablemente implicada en el dolor de la fascitis plantar.
En su función normal, la fascia plantar actúa como amortiguador y mecanismo de apoyo para el arco del pie. Durante la marcha, o el movimiento, la fascia plantar actúa como un resorte para conservar la energía y proporcionar propulsión. La tensión aumenta mientras el pie está en el suelo para almacenar la energía y luego se libera durante el despegue de la punta del pie para ayudar a la aceleración.
La fascitis plantar significa literalmente inflamación de la fascia plantar, pero la mayoría de los casos son más bien cambios degenerativos que inflamatorios. Un nuevo término que se está utilizando para describir con precisión la afección es fasciosis plantar. Esta afección representa alrededor del 10% de las lesiones relacionadas con los corredores y predomina dos veces más en las mujeres que en los hombres. Debido a esta alta incidencia en los corredores, se cree que los microtraumatismos provocados por el estrés repetido son la principal causa de base.
Las causas suelen ser multifacéticas y pueden ir desde las biomecánicas (mala forma) hasta las celulares (mala alimentación) y cualquier combinación de las posibilidades intermedias. Actividades como correr, soportar cantidades significativas de peso durante largos periodos de tiempo, saltar y bailar pueden causar una tensión repetida a lo largo de la fascia plantar, especialmente en la unión con el talón. Las personas que practican la pronación (girar el pie hacia dentro al caminar y correr), que tienen sobrepeso, que llevan un calzado mal ajustado o desgastado, o que tienen una estructura anormal del pie, corren un mayor riesgo de desarrollar fascitis plantar. Los espolones del talón en la parte del dedo del pie suelen ser el resultado de una fascitis plantar de larga duración, pero los espolones del talón en la parte posterior del mismo son una afección independiente.
Los errores de entrenamiento también son causas principales. Los aumentos rápidos de la intensidad o la duración de la actividad, la adición brusca de movimientos explosivos o entrenamientos en cuesta, o el cambio a correr sobre superficies extremadamente duras pueden ser errores que provocan la fascitis plantar. Es muy recomendable utilizar un calzado adecuado y ajustar el entrenamiento con el tiempo, además de estirar diligentemente la fascia plantar y los músculos de la pantorrilla a lo largo de la nueva actividad. El calzado deportivo pierde rápidamente su amortiguación con la actividad intensa y debe cambiarse con frecuencia para mantener un movimiento saludable.
La tensión en los músculos de la pantorrilla o en el tendón de Aquiles puede exacerbar o favorecer en gran medida la fascitis plantar. La pérdida de movimiento en el tobillo, la debilidad o el desequilibrio de los músculos de la pierna y el pie, así como el proceso de envejecimiento pueden ser factores adicionales.
El dolor se siente casi siempre en la parte inferior del talón y, con mayor frecuencia, a lo largo del arco del pie. La mayoría de los individuos informan de que el dolor en peor con los pocos pasos de la mañana o después de largos períodos de inactividad. El dolor suele empeorar al caminar descalzo sobre superficies duras, al subir escaleras, al esprintar o al pasar mucho tiempo de pie. A menudo resulta difícil agacharse o llevar los dedos del pie a la espinilla, y los enfermos que llevan mucho tiempo activos sin tratamiento suelen tener dolores de rodilla y cadera acompañantes. Retirar el peso del pie suele aliviar el dolor. Sin embargo, los síntomas vuelven a aparecer en cuanto se vuelve a cargar el pie con peso.
El uso de KT Tape para esta afección ha demostrado tener enormes resultados en el alivio del dolor y la promoción del proceso de curación*. El KT Tape proporciona un soporte cómodo y adaptable para el arco que sirve para relajar el pie y reducir la inflamación. La reducción de la actividad, el estiramiento de las pantorrillas, la terapia de masaje, la pérdida de peso en personas con sobrepeso, la aplicación de espuma, el hielo y los AINE pueden ayudar a aliviar los síntomas y a tratar la fascitis plantar. Estire las pantorrillas y la fascia plantar antes de acostarse y antes de levantarse de la cama.
Las recomendaciones adicionales incluyen:
– Utilizar un calzado adecuado con el soporte apropiado
– Estirar bien antes del ejercicio
– Evitar las superficies duras
– Aplicar hielo después de la actividad
– Evitar largos periodos de inactividad
– Poner en práctica múltiples actividades para el ejercicio cardiovascular como la natación, el ciclismo, el remo, etc.
– Buscar cuidados de bienestar conservadores
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