Variaciones en la secuencia de erupción
Los primeros molares permanentes mandibulares suelen ser los primeros dientes permanentes en erupcionar. Les siguen rápidamente los incisivos centrales mandibulares. Estudios anteriores encontraron poca o ninguna importancia clínica a la erupción de los incisivos antes de los molares.
Después de analizar registros seriados de 16.000 niños en Newburgh y Kingston, Nueva York, Carlos y Gittelsohn concluyeron que el tiempo medio de erupción de los incisivos centrales mandibulares era anterior al de los primeros molares en aproximadamente 1½ meses tanto en niños como en niñas.13 De considerable interés fue la diferencia de género en la secuencia de erupción de los dientes permanentes. El canino mandibular erupcionó antes que los primeros premolares maxilares y mandibulares en las niñas. En los niños, el orden de erupción se invirtió: los primeros premolares maxilares y mandibulares erupcionaron antes que el canino mandibular.
Moyers afirmó que la secuencia más común de erupción de los dientes permanentes en la mandíbula es primer molar, incisivo central, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y segundo molar.14 La secuencia más común para la erupción de los dientes permanentes maxilares es primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino y segundo molar (Fig. 19-2). Identificó que estas secuencias comunes en cada arco son favorables para mantener la longitud de los arcos durante la dentición de transición.
Es deseable que el canino mandibular erupcione antes de los primeros y segundos premolares. Esta secuencia ayuda a mantener la longitud adecuada de la arcada y a evitar la inclinación lingual de los incisivos, que no sólo provoca una pérdida de la longitud de la arcada sino que también permite el desarrollo de una sobremordida mayor. Una musculatura labial anormal o un hábito oral que provoque una fuerza mayor sobre los incisivos mandibulares de la que puede ser compensada por la lengua permite el colapso del segmento anterior. Por esta razón, el uso de un aparato de arco lingual pasivo está indicado a menudo cuando los caninos primarios se han perdido prematuramente o cuando la secuencia de erupción es indeseable.
Una deficiencia en la longitud del arco puede ocurrir si el segundo molar permanente mandibular se desarrolla y erupciona antes que el segundo premolar. La erupción del segundo molar permanente primero favorece la migración mesial o la inclinación del primer molar permanente y la invasión del espacio necesario para el segundo premolar. La importancia de mantener el segundo molar primario hasta su sustitución por el segundo premolar se trata en el capítulo 22. En la arcada maxilar, lo ideal es que el primer premolar erupcione antes que el segundo premolar, y que les siga el canino. La pérdida inoportuna de los molares primarios en la arcada maxilar, que permite que el primer molar permanente se desvíe y se incline hacia mesial, da lugar a que el canino permanente quede bloqueado fuera de la arcada, generalmente hacia el lado labial.
Debe prestarse especial atención a la posición del segundo molar permanente en desarrollo en la arcada maxilar y a su relación con el primer molar permanente. Su erupción antes de los premolares y el canino puede causar una pérdida de longitud de la arcada, al igual que en la arcada mandibular. La erupción del canino maxilar se retrasa a menudo debido a una posición anormal o a desviaciones en la trayectoria de erupción. Este retraso en la erupción debe considerarse junto con su posible efecto en la alineación de los dientes maxilares. La importancia de la secuencia de la erupción de los dientes permanentes se considera con más detalle en el capítulo 22.
Por último, en la práctica clínica se observan a menudo desviaciones de las normas aceptadas del tiempo de erupción. Se ha observado una erupción prematura, pero el retraso en la erupción de los dientes es la desviación más frecuente del tiempo de erupción normal.15