Informe de un caso
La paciente era una mujer japonesa nulípara de 19 años con una queja principal de forma inusual y molestias vagas de sus labios menores. Empezó a reconocer que sus labios menores eran cada vez más grandes y largos cuando tenía 12 años. No se informó de lesiones o estímulos crónicos. El alargamiento era más evidente en el lado izquierdo, pero también se pensaba que el lado derecho era considerablemente largo. A los 16 años se observó un nuevo alargamiento en el lado derecho. Comenzó a experimentar molestias al sentarse, ya que ambos labios se alargaron más de 5 cm. Había comenzado a ser sexualmente activa a los 18 años, pero admitió que recientemente se había retirado de la actividad sexual debido al temor y la preocupación por la forma de su vulva. No se informó de dolor vulvar, lesiones, descargas anormales o prurito.
Su ciclo menstrual ha sido regular con un intervalo de 28 días y nunca ha utilizado anticonceptivos orales. Actualmente no tiene actividad sexual. Negó cualquier cambio de humor depresivo, pero tiene una preocupación obsesiva por su forma labial y por ello se ha retirado de muchas actividades sociales. Su historia familiar y su historia de desarrollo eran esencialmente normales. La madre de la paciente negó cualquier anomalía reconocible en su primera infancia.
En la exploración, la paciente tenía un desarrollo normal de las mamas, el vello púbico y un clítoris de tamaño normal. El orificio vaginal estaba ligeramente relajado. Los labios menores bilaterales sobresalían y estaban caídos desde su base en más de 10 cm (Fig. 1).
El examen pélvico mostró un útero de tamaño normal y antevertido. Ambos ovarios eran también de tamaño normal y la ecografía confirmó los hallazgos además de visualizar un desarrollo folicular normal. La resonancia magnética de la pelvis, una pielografía intravenosa y las pruebas de laboratorio no mostraron anomalías.
La paciente fue sometida a una labioplastia bilateral bajo anestesia general. Se extirpó la piel labial redundante y se remodelaron los labios con suturas corrientes de 4-0 PDS (Fig. 2). Su recuperación postoperatoria fue excelente y fue dada de alta sin ningún evento. El estudio histológico mostró que el tejido labial estaba edematoso con ocasionales infiltraciones linfocíticas (Fig. 3). No se observó ninguna atipia estructural o celular.
La visita de seguimiento a las 12 semanas mostró el aspecto normal de la vulva y la paciente informó de la reanudación satisfactoria de la actividad sexual.