Imagen del TDAH
¿Cómo es el TDAH en los niños? Consideremos a Shawn, un niño de 11 años que fue un «niño problemático» durante más de cinco años. A partir de los 5 años, Shawn tenía problemas para permanecer sentado en clase. Los profesores se quejaban de que Shawn se movía, se retorcía en su asiento o incluso lo abandonaba después de media hora de clase. A veces corría por el aula, a pesar de las firmes instrucciones del profesor para que se sentara. Shawn tenía grandes dificultades para prestar atención al profesor y parecía estar «en una nube» durante la clase. Casi nunca cumplía con los deberes, las tareas o las obligaciones, ni en la escuela ni en casa. Cualquier tarea que requiriera más de unos minutos de atención sostenida estaba más allá de la capacidad de Shawn. Se distraía fácilmente con el menor ruido y le costaba recordar incluso las instrucciones más sencillas. A veces, Shawn soltaba las respuestas antes de que la pregunta se hubiera completado, y tenía dificultades para esperar su turno en la fila. A veces Shawn interrumpía el juego de otros niños, exigiendo que le dejaran entrar en sus actividades.
Aunque este cuadro es bastante típico de los niños con TDAH, este trastorno puede manifestarse de otras maneras. Aunque muchos estudios sugieren que el TDAH es más común en los niños que en las niñas, esto puede reflejar el hecho de que las niñas tienden a ser menos disruptivas que los niños, y por lo tanto provocan menos quejas de los padres y profesores. Por lo tanto, los problemas de atención graves en las niñas pueden deberse al TDAH, aunque el comportamiento exterior parezca normal. Por supuesto, hay muchos otros problemas que pueden causar una atención deficiente en los niños, desde el aburrimiento hasta la mala enseñanza o la depresión. Por eso el diagnóstico del TDAH infantil debe hacerse tras una cuidadosa evaluación por parte de un profesional de la salud mental y/o un pediatra. En los adultos, el TDAH no tratado puede aparecer bajo la forma de «trastorno de la personalidad», abuso de alcohol, irritabilidad o comportamientos antisociales.