Groucho Marx, fallecido el 19 de agosto de 1977, será el protagonista de un biopic de Rob Zombie. Aquí, Martin Chilton recoge 10 de los datos más intrigantes sobre el gran cómico.
GROUCHO RECHAZÓ SER ACTOR DE UNA PELÍCULA DE FELLINI
El director italiano Federico Fellini (La Dolce Vita, 8½) intentó en dos ocasiones que Groucho Marx apareciera en sus películas, en Julieta de los Espíritus en 1965 y cuatro años después en Satyricon. Fellini llegó a anunciar a Marx en el reparto junto a Mae West, pero el cómico lo rechazó al saber que supondría pasar todo un año en Roma. Fellini había sido un fan de las películas de los Hermanos Marx, pero quería escuchar la voz real de Groucho en la película en lugar de la versión doblada al italiano. El director seguía siendo un fan de Groucho; tenía una camiseta impresa con la famosa ocurrencia de Marx «Hola, me tengo que ir» (con «hola» en la parte delantera y «me tengo que ir» en la trasera) y le dijo a uno de los biógrafos del cómico: «Lo llevaré sólo sin nada más, ni siquiera mis calzoncillos».
NO ERA UN AFICIONADO AL CRICKET
Groucho era un gran aficionado al béisbol (a los Dodgers más que a los Yankees de Nueva York, a los que detestaba), así que en un viaje a Inglaterra en junio de 1954 le llevaron a ver el partido del MCC contra la Universidad de Cambridge en Lord’s. El público era escaso y los aplausos eran esporádicos. Cuando se le acercó un espectador, bromeó: «¿Eres tú el que hace todo el ruido?». Más tarde dijo sobre el cricket: «Qué maravillosa cura para el insomnio. Si no puedes dormir aquí, necesitas un analista».
SU HIJO FUE UN JÚNIOR DE TENNIS
Hay unas maravillosas imágenes de Groucho jugando al tenis con Charlie Chaplin en 1937: que fue también el año en que sufrió su derrota más humillante. En agosto de 1937, fue derrotado por su hijo Arthur, de 14 años, por 6-0 y 6-0, y pasó las siguientes tres semanas recibiendo extensas lecciones y practicando en el Beverly Hills Tennis Club de Hollywood. Exigió la revancha e invitó a sus amigos a verla. Volvió a perder la segunda contienda por 6-0 y 6-0. Arthur, que falleció a los 89 años en 2011, debutó como novelista en 1950 con The Ordeal of Willie Brown, extraída de sus experiencias como tenista juvenil de primera fila en los años treinta, cuando había sido entrenado por Fred Perry. Groucho «me recomendó que lo rompiera», recordó más tarde. Su padre odiaba aún más su siguiente libro, Life With Groucho. Padre e hijo dejaron de hablarse durante muchos años y sólo se comunicaban a través de abogados.
GROUCHO ADORÓ A WC FIELDS
Groucho, que se llamaba Julius Henry Marx cuando nació en 1891, entró en el vodevil con sus hermanos cuando era niño. Allí conoció a su amigo de toda la vida WC Fields. Recordaba: «WC Fields solía sentarse en los arbustos frente a su casa con una pistola de aire comprimido y disparar a la gente. Un día me permitió entrar en su casa, y tenía una escalera que llevaba a un ático, y en este ático tenía 50.000 dólares en whisky. Cajas de whisky sin abrir. Y le dije: «Bill, ¿para qué tienes ese alcohol ahí? No hemos tenido prohibición en 25 años». Me dijo: ‘Puede volver'».
. . . Y PENSÓ QUE WOODY ALLEN ERA EL MEJOR
En 1972, Groucho le dijo al difunto crítico de cine Roger Ebert: «Dicen que Allen sacó algo de los Hermanos Marx. No consiguió nada. Tal vez hace 20 años, podría haberse inspirado. Hoy es un original. El mejor, el más divertido».
GROUCHO BAILÓ EN EL BUNKER DE HITLER
En 1964, Groucho fue a Berlín Oriental con un grupo que incluía a su director de programas de radio Robert Dwan y a su hija de 16 años Judith Dwan Hallet. Visitaron el pueblo de Dornum, donde había nacido su madre Minnie. y descubrieron que todas las tumbas judías del lugar habían sido borradas por los nazis. Groucho alquiló un coche con chófer y le dijo al conductor que llevara al grupo al búnker donde se decía que Adolf Hitler se había suicidado. Con su característica boina, subió a los escombros y se lanzó, sin sonreír, a una frenética rutina de baile Charleston. El baile sobre la supuesta tumba de Hitler duró un par de minutos. «Nadie aplaudió», recordó Hallet. «Nadie se rió».
Era un buen guitarrista
Chico era conocido por su forma de tocar el piano (dirigió la Orquesta de Chico Marx, que dio sus primeros pasos al guitarrista de jazz Barney Kessel) y Harpo se convirtió en el arpista más famoso desde Nerón. Pero a Groucho le encantaba la guitarra. Se pasaba horas practicando el Preludio en Do menor de Rachmaninoff y se hizo amigo de la estrella de la guitarra clásica Andrés Segovia. Tocó la guitarra en una película, Plumas de caballo (1932). En un bote de remos, Groucho interpreta el tema de amor de la película Everyone Says I Love You para la coprotagonista Thelma Todd con una Gibson L-5 vintage de dudosa afinación. ¿Era bueno? Bueno, la superestrella de los años treinta Will Rogers dijo: «Groucho puede tocar tan bien la guitarra como Harpo el arpa, o Chico el piano. Pero nunca lo hace. Así que es realmente lo que yo llamo un músico ideal; puede tocar, pero no lo hace».
. . . Y AMIGO DE QUEEN Y LOS BEATLES
Groucho conoció a los Beatles cuando estuvieron en Los Ángeles en 1964 y asistió a su célebre concierto en el Hollywood Bowl. También interpretó una canción para Freddie Mercury y Queen en los años setenta. Groucho, que murió el 19 de agosto de 1977, a la edad de 86 años, cantó a la banda una de sus canciones, y ellos respondieron con 39, su canción skiffle-sci-fi. Los álbumes de Queen A Night at the Opera y A Day at the Races llevan nombres de películas de los Hermanos Marx.
Su ingenio rápido era real
Las frases de Groucho («Me niego a unirme a cualquier club que me tenga como miembro»; «He tenido una noche perfectamente maravillosa. Pero ésta no lo fue»; «El secreto de la vida es la honestidad y el trato justo. Si puedes fingir eso, lo tienes hecho») llenarían un libro, pero a veces se le atribuía el mérito de ocurrencias que no había pronunciado. «Recibí 25 dólares del Reader’s Digest por algo que nunca dije. A mí me dan crédito todo el tiempo por cosas que nunca dije», comentó en 1974. Pero sus comentarios improvisados a desconocidos eran muy celebrados. Una vez, en Montreal, un sacerdote le tendió la mano y le dijo: «Quiero agradecerle toda la alegría que ha puesto en este mundo». Groucho le estrechó la mano y le respondió: «Y yo quiero agradecerle, por toda la alegría que ha sacado de este mundo».
Y COMIÓ MARJUANA POR ACCIDENTE TODO EL VERANO
Groucho Marx recibió el encargo de escribir una carta para subir la moral a las tropas estadounidenses estacionadas en Surinam en 1943, y en su misiva al cabo Jerone G Darrow, dijo: «No quiero que te preocupes mucho por los 4-F en casa – es cierto que nos han privado de algunas cosas, pero nada de importancia. Ya no conseguimos mucha carne: las carnicerías no tienen nada más que clientes. Afortunadamente, no dependo de las tiendas para comprar verduras. La primavera pasada fui lo suficientemente inteligente como para plantar un huerto de la Victoria. Hasta ahora, he criado una familia de topos, suficientes caracoles para mantener un restaurante pre-francés en funcionamiento durante un siglo y una planta de aspecto curioso que he estado comiendo todo el verano bajo la impresión de que era una verdura. Sin embargo, durante las últimas semanas, he tenido dificultades para mantenerme despierto y esta mañana he descubierto que había estado comiendo marihuana durante todo el mes de julio.»