Focos superficiales, intermedios y profundos

Tipos principales de ondas sísmicas

Las ondas sísmicas generadas por una fuente sísmica se suelen clasificar en tres tipos principales. Las dos primeras, las ondas P (o primarias) y S (o secundarias), se propagan dentro del cuerpo de la Tierra, mientras que la tercera, formada por las ondas Love y Rayleigh, se propaga a lo largo de su superficie. La existencia de estos tipos de ondas sísmicas se predijo matemáticamente durante el siglo XIX, y las comparaciones modernas muestran que existe una estrecha correspondencia entre dichos cálculos teóricos y las mediciones reales de las ondas sísmicas.

Las ondas sísmicas P viajan como movimientos elásticos a las mayores velocidades. Son ondas longitudinales que pueden ser transmitidas tanto por materiales sólidos como líquidos en el interior de la Tierra. Con las ondas P, las partículas del medio vibran de forma similar a las ondas sonoras: el medio transmisor se comprime y expande alternativamente. El tipo más lento de onda corporal, la onda S, viaja sólo a través de material sólido. En el caso de las ondas S, el movimiento de las partículas es transversal a la dirección de desplazamiento e implica un cizallamiento de la roca transmisora.

Debido a su mayor velocidad, las ondas P son las primeras en alcanzar cualquier punto de la superficie terrestre. La primera aparición de las ondas P parte del punto donde se origina un terremoto. Este punto, generalmente a cierta profundidad dentro de la Tierra, se denomina foco o hipocentro. El punto en la superficie inmediatamente por encima del foco se conoce como epicentro.

Las ondas Love y Rayleigh son guiadas por la superficie libre de la Tierra. Siguen después de que las ondas P y S hayan atravesado el cuerpo del planeta. Tanto las ondas Love como las Rayleigh implican un movimiento horizontal de las partículas, pero sólo el último tipo tiene desplazamientos verticales del suelo. A medida que las ondas Love y Rayleigh se desplazan, se dispersan en largos trenes de ondas y, a distancias considerables de la fuente en las cuencas aluviales, causan gran parte de las sacudidas que se sienten durante los terremotos.