Eloi

En el año 802.701 d.C., la humanidad ha evolucionado en dos especies distintas: los Eloi y los Morlocks. Los Eloi viven una vida banal en la superficie de la Tierra, mientras que los Morlocks viven bajo tierra, cuidando la maquinaria y proporcionando comida, ropa e inventario a los Eloi. La narración sugiere que la separación de las especies puede haber sido el resultado de una división cada vez mayor entre las diferentes clases sociales. Con todas sus necesidades y deseos perfectamente satisfechos, los Eloi se han vuelto poco a poco disolutos e ingenuos: se les describe como más pequeños que los humanos modernos, con el pelo rizado hasta los hombros, barbilla puntiaguda, ojos grandes, orejas pequeñas, boca pequeña con labios finos de color rojo brillante e inteligencia infrahumana. No realizan mucho trabajo, excepto alimentarse, jugar y aparearse, y se caracterizan por su apatía; y cuando Weena se cae a un río, ninguno de los otros Eloi la ayuda (en su lugar es rescatada por el Viajero del Tiempo). Periódicamente, los Morlocks capturan a algunos Eloi para alimentarse; y como esto suele ocurrir en las noches sin luna, los Eloi están aterrorizados por la oscuridad.

Una parte del libro escrita para la versión de la New Review, publicada más tarde como una historia corta separada, revela que una visita del Viajero del Tiempo a un futuro aún más lejano hace que se encuentre con herbívoros saltarines parecidos a los conejos, aparentemente descendientes de los Eloi. Se les describe como plantígrados, con patas traseras más largas y sin cola, cubiertos de pelo liso y grisáceo que «se engrosaba alrededor de la cabeza hasta formar una melena de Skye terrier», con manos parecidas a las humanas (descritas como pies delanteros) y con una cabeza redondeada con la frente sobresaliente y los ojos orientados hacia delante, oscurecidos por el pelo lacio.

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