Electromiograma (EMG) y estudios de velocidad de conducción nerviosa (NCV)

Los nervios del cuerpo controlan el funcionamiento de los músculos enviando impulsos eléctricos. Un electromiograma (EMG) es una prueba que mide la actividad eléctrica de los músculos tanto en reposo como durante la contracción. Los estudios de velocidad de conducción nerviosa (VCN) miden la rapidez con la que los nervios pueden enviar señales eléctricas.

El dolor de cuello o de espalda, la debilidad, las contracciones musculares o el dolor y el entumecimiento de las extremidades pueden indicar un problema o una enfermedad que puede diagnosticarse mediante la realización de EMG y VCN. Algunas de las afecciones que se diagnostican mediante estas pruebas son el túnel carpiano, las neuropatías y las hernias discales, así como otras afecciones más graves como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el síndrome de Guillain-Barré y otras enfermedades neurológicas.

No hay ninguna preparación especial para estas pruebas, salvo tener la piel limpia y sin lociones ni aceites. Además, mantener las manos y los pies calientes hasta la prueba ayudará a obtener resultados precisos.

EMG

Un EMG se realiza insertando pequeñas agujas en los músculos del brazo, la pierna o la espalda para examinar la actividad eléctrica causada por una contracción muscular.

Cuando los electrodos están colocados, se registra la actividad eléctrica en ese músculo mientras éste está en reposo. A continuación, el médico le pide que contraiga el músculo de forma lenta y constante. Esta actividad eléctrica se registra. La actividad eléctrica en el músculo se muestra como líneas onduladas en un monitor y también se escucha como ruidos de chasquidos cuando el músculo se contrae. El electrodo puede moverse varias veces para registrar la actividad en diferentes zonas del músculo o en diferentes músculos.

Estudios de conducción nerviosa

En esta prueba, se adhieren varios electrodos a su piel con cinta adhesiva o una pasta. Se coloca un electrodo emisor de descargas directamente sobre el nervio y un electrodo registrador sobre los músculos controlados por ese nervio. Se dan varios impulsos eléctricos rápidos al nervio y se registra el tiempo que tarda el músculo en contraerse en respuesta al impulso eléctrico. La velocidad de la respuesta se denomina velocidad de conducción. Se pueden estudiar los mismos nervios en el otro lado del cuerpo para compararlos.

Los estudios de conducción nerviosa se realizan antes de un EMG si se están realizando ambas pruebas. Las pruebas de conducción nerviosa/EMG pueden durar entre 15 minutos y 1 hora o más, dependiendo de cuántos nervios y músculos se estudien.

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