A principios de los 90, el show de Jerry Springer trataba temas serios aunque no era tan popular como «Oprah» o «Maury», aún tenía sus méritos. A pesar de ello, palidecía en comparación con «Geraldo» o «Donahue». Por otra parte, Donahue y Geraldo eran REALES en comparación con Maury. Es lamentable que la calidad de este programa alcanzara su punto álgido a mediados de los 90, sustituido por nada más que sensacionalismo, lo que dice mucho de nuestro actual clima social y político, que en esta época ha sido «amedrentado» y se encuentra en un estado de negación colectiva. Los medios de comunicación ya no son lo que eran; están controlados por los que están en el poder con intereses corporativos y políticos. Nos alimentan con lo que «ellos» quieren que nos alimenten. Se nos «dice» lo que «ellos» quieren que se nos diga. Y es aterrador porque el verdadero poder de esta nación, una vez grande, está en manos de la gente (supuestamente) cuyas libertades e ideales que hacen de Estados Unidos la envidia del mundo están siendo sistemáticamente erosionados por lo que ahora es la «América corporativa». Este programa es una prueba de ello.
Este programa, en su mayor parte, no beneficia a la sociedad de ninguna forma, y es hora de que la gente se dé cuenta de ello. No hay lógica, ni sentido de cohesión que justifique esto como un medio aceptable. Si la gente sigue viendo este programa, entonces es seguro decir que están sistemáticamente bajo el «control de la América corporativa».