Assad también nombró el jueves al actual ministro de Recursos Hídricos para sustituir a Imad Khamis, que ha sido el premier desde 2016. El presidente sirio pidió a Hussein Arnous que sustituya a Khamis hasta que se celebren las elecciones al parlamento el próximo mes y entre un nuevo gobierno.
La sorpresiva medida se produce en medio de una profunda crisis económica a la que se enfrenta el gobierno de Assad. La moneda nacional de Siria está cayendo frente al dólar, alcanzando mínimos sin precedentes, mientras que los precios de los alimentos se han disparado.
El colapso económico se produce antes de que se avecinen nuevas sanciones de Estados Unidos contra cualquier entidad o país que haga negocios con el gobierno sirio. Las nuevas sanciones entrarán en vigor en la segunda quincena de junio, pero han sacudido la ya tambaleante economía.
Las dificultades también han provocado protestas sin precedentes en las zonas controladas por el gobierno de Assad. Cientos de manifestantes en la provincia meridional de Sweida han salido a la calle en los últimos cuatro días, denunciando el aumento del coste de la vida y entonando cánticos contra Assad, en escenas que recuerdan a los primeros días de las protestas antigubernamentales que estallaron en 2011.
Las protestas pacíficas de 2011 fueron respondidas con una brutal represión gubernamental y se convirtieron en una guerra civil que ha devastado el país. Más de 400.000 personas han sido asesinadas, millones han sido desplazadas y grandes partes del país permanecen fuera del control del gobierno.
Las elecciones parlamentarias, previstas para el próximo mes, debían celebrarse originalmente en abril. La votación se ha retrasado dos veces desde entonces debido a las restricciones impuestas para combatir la propagación del nuevo coronavirus en Siria.
(AP)