ECLIPSE SOLAR TOTAL

Prepárate para el eclipse solar del 21 de agosto de 2017: conoce las causas físicas y planetarias de los eclipses solares totales.

Un eclipse solar total es una coincidencia cósmica con impresionantes efectos visuales para los espectadores en la Tierra. Cuando la luna pasa por delante del sol y lo bloquea por completo, proyecta una sombra sobre nuestro planeta que sume a las zonas en una oscuridad que parece nocturna en pleno día. ¿Qué causa este extraordinario fenómeno?

Para que se produzca un eclipse solar total tienen que ocurrir varias cosas a la vez. En primer lugar, la luna debe tener el tamaño exacto para bloquear el sol. A continuación, el Sol, la Luna y la Tierra deben alinearse en línea recta, o casi, con la Luna entre el Sol y la Tierra. Por último, para ver el eclipse completo, hay que situarse en el lugar correcto de la Tierra.

Por suerte para nosotros, nuestra luna tiene el tamaño perfecto. Cuando pasa por delante del sol, cubre exactamente el disco central del astro rey, dejando que la corona brille a su alrededor en un despliegue espectacular. Por supuesto, ambos cuerpos no tienen el mismo tamaño: el sol tiene un diámetro 400 veces mayor que el de la luna. Pero también está 400 veces más lejos de nosotros, y esta relación entre tamaño y distancia hace que el sol y la luna parezcan del mismo tamaño. Es una maravillosa coincidencia, y no hay que darla por sentada: la Tierra es el único planeta de nuestro sistema solar con una luna del tamaño y la distancia adecuados para provocar los llamativos eclipses solares que vemos.

Los movimientos del Sol, la Luna y la Tierra hacen que los tres cuerpos se alineen correctamente aproximadamente una vez cada 18 meses. Estos son los momentos en los que pueden producirse los eclipses. Cuando la luna diurna pasa por delante del sol, empieza a proyectar una sombra parcial (llamada penumbra) sobre la Tierra. En el momento álgido del eclipse, la luz del sol queda totalmente bloqueada y la luna proyecta una sombra completa llamada umbra.

Este diagrama (que está totalmente fuera de escala) muestra una vista lateral de la alineación sol-luna-Tierra. Desde cualquier lugar de la penumbra, se verá un eclipse parcial. Sólo desde la pequeña zona en la que la umbra oscura toca a la Tierra se verá el sol completamente cubierto y se presenciará un eclipse total.

Sin embargo, la sombra completa de la luna sólo alcanza una pequeña parte de nuestro planeta. La coincidencia de tamaños del sol y la luna hace que su perfecta alineación sólo sea visible desde una región limitada. El área desde la que se puede ver el eclipse total nunca tiene más de 167 millas de ancho, y suele ser menor. Fuera de esa zona sólo se verá un eclipse parcial, o ninguno.

Esta zona no es estática, porque la Luna y la Tierra no son objetos fijos: la Luna orbita alrededor de la Tierra y la Tierra orbita alrededor del Sol, además de girar sobre su eje. Estos movimientos continúan durante un eclipse, por lo que el punto de la Tierra donde cae la sombra de la Luna traza una trayectoria curva a través del planeta. Esta es la trayectoria de la totalidad, el único punto de vista desde el que se puede presenciar el eclipse total.

Aunque los eclipses se producen con regularidad, la trayectoria de la totalidad es tan extremadamente limitada que muy pocas personas han visto alguna vez un eclipse solar total. Si te paras en un lugar y esperas para ver uno, podrías esperar 300 años o más. El 21 de agosto de 2017, un eclipse solar total cruzará los Estados Unidos, permitiendo que millones de personas lo vean en persona. Descubre cómo verlo.

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