¿Qué fuente de energía verde es mejor?
La eólica es una fuente de energía más eficiente que la solar. En comparación con los paneles solares, los aerogeneradores liberan menos CO2 a la atmósfera, consumen menos energía y producen más energía en general. De hecho, un aerogenerador puede generar la misma cantidad de electricidad por kWh que unos 48.704 paneles solares.
Pero la enorme capacidad de generación de energía de los aerogeneradores no convierte a la energía eólica en una clara ganadora. Los aerogeneradores son una monstruosidad. Ocupan mucho espacio. Pueden perjudicar a la fauna. No son adecuadas para zonas densamente pobladas, lo que significa que se ubican principalmente en regiones rurales, lejos de las ciudades que más necesitan su energía.
Para las regiones suburbanas o urbanas, los paneles solares son una opción más práctica. Los paneles solares pueden instalarse en los tejados de edificios, escuelas y empresas. Pueden comprarse o alquilarse a un precio asequible. Incluso podrían utilizarse para generar energía para los futuros sistemas de tránsito de alta velocidad. Además, se están desarrollando paneles solares transparentes para instalar en tejados, ventanas e incluso en el teléfono, el portátil o la tableta.
A pesar de las ventajas de la energía verde, todavía está la cuestión de su sostenibilidad económica. Tanto la energía eólica como la solar han crecido rápidamente en la última década, pero sólo representan un pequeño porcentaje de la capacidad mundial de generación de energía. Para que la energía eólica y la solar compitan con el petróleo, el carbón y el gas natural, los investigadores tendrán que encontrar una forma práctica y rentable de almacenar su energía cuando el sol no brille y el viento no sople.
Además, los costes de producción, instalación y mantenimiento de los paneles solares y las turbinas eólicas tendrán que seguir bajando para convencer a los consumidores de que abandonen las fuentes de energía no renovables. Cuando los subsidios gubernamentales para la energía verde expiren en 2020, ambos sectores tendrán que depender de una infraestructura sólida y de una mayor inversión privada.