Probablemente haya escuchado, más de una vez, que el sueño es vital para el crecimiento de los niños sanos. La comunidad científica sabe desde hace tiempo que las horas en las que el cuerpo duerme no son horas ociosas en las que literalmente se apaga. Son horas en las que el cuerpo está realizando funciones críticas que ayudan a los niños a crecer. Pero, ¿por qué es tan importante para los niños?
La importancia del sueño para los niños
La Dra. Cara Natterson, pediatra y licenciada en la Escuela de Medicina John Hopkins y en la Universidad de Harvard, ofrece una importante visión de por qué la edad es un factor que influye en la necesidad de dormir más:
«El sueño es un ingrediente fundamental para un buen crecimiento, y la cantidad de sueño que necesitamos depende de nuestra edad», dice la Dra. Natterson. «Los bebés pequeños, los recién nacidos y los lactantes duermen unas 16 horas por cada 24 horas, más o menos. Los niños pequeños necesitan unas 14 horas de sueño por cada 24 horas».
Durante esas horas de sueño ocurren muchas cosas que el cuerpo no puede realizar durante las horas de vigilia.
La necesidad de dormir no se limita al crecimiento de los huesos, el pelo y las uñas. Es interesante lo mucho que ocurre durante el sueño de la infancia. «Cuando eras joven, tu madre puede haberte dicho que necesitas dormir lo suficiente para crecer fuerte y alto. Puede que tuviera razón. El sueño profundo provoca una mayor liberación de la hormona del crecimiento, que impulsa el crecimiento en los niños y aumenta la masa muscular y la reparación de las células y los tejidos en niños y adultos. El efecto del sueño sobre la liberación de hormonas sexuales también favorece la pubertad y la fertilidad», informa el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
¿Qué ocurre mientras duermes?
Esencialmente, el sueño no sólo tiene que ver con el crecimiento de la fuerza y la estatura, aunque definitivamente es fundamental en esos aspectos, sino que también desempeña un papel vital en la consecución de importantes hitos biológicos como la pubertad y la fertilidad. Pero eso no es todo. KidsHealth.org explica que dormir poco no sólo puede tener un impacto negativo en el crecimiento de los niños, sino también en el desarrollo de un sistema inmunitario sano que evite que los niños enfermen.
El sueño también ayuda a mejorar el estado de ánimo y la capacidad de absorber y retener la nueva información aprendida a lo largo del día. Las mentes de los niños son muy activas y reciben mucha información nueva cada día. Una base adecuada de sueño les ayuda a crecer tanto mental como físicamente. Todo el crecimiento en la infancia, después de todo, no aparece en las tablas de crecimiento.
Los niños hacen mucho durante el día. Los adultos pueden darlo por sentado, ya que gran parte de lo que hacen se parece mucho a un juego, pero las pequeñas mentes, manos y cuerpos necesitan dormir mucho para mantener su energía a lo largo del día. Una base sólida para los niños de entre cinco y doce años es dormir diez u once horas cada día para que puedan crecer fuertes y sanos.
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