La infección con el virus de la varicela-zóster (un representante del grupo de los virus del herpes) se produce bajo dos formas clínicas – la varicela y el herpes zóster.
En la infección inicial con el virus se desarrolla la varicela. El agente infeccioso permanece latente en los ganglios nerviosos del cuerpo. En determinadas condiciones, el virus puede reactivarse y se puede inducir el herpes zóster.
¿Qué es la varicela?
La varicela es una de las infecciones más comunes en la infancia. Todas las edades son susceptibles de padecer la enfermedad, pero es mucho más grave en los adultos.
Las personas son el único reservorio del virus de la varicela-zóster. La transmisión del virus se produce por la vía de las gotas de aire. El contagio se produce cuando las gotitas que contienen el virus, formadas por los estornudos o la tos de una persona infectada, caen en las vías respiratorias o en los ojos de otras personas. En caso de contacto con pacientes con herpes zóster, el virus puede transmitirse si el material infeccioso cae en las vías respiratorias o en la conjuntiva del ojo. Otra forma de transmitir la infección es la intrauterina durante el embarazo.
Al contacto con un paciente con varicela, el 80% de las personas que no la han padecido enferman.
El virus entra en el cuerpo a través del sistema respiratorio y la conjuntiva. A través de ellos, cae en el torrente sanguíneo y llega a todos los tejidos y órganos, incluida la piel. Allí provoca cambios característicos en las células epiteliales y subepiteliales y la aparición de una erupción. El periodo de incubación de la varicela es de entre 12 y 21 días. Los pacientes son más contagiosos 1-2 días antes de que aparezca la erupción.
Los síntomas de la enfermedad comienzan bruscamente. La temperatura se eleva hasta los 39◦C y aparece un sarpullido característico, que comienza en el cuerpo y afecta siempre a la parte peluda de la cabeza. En la cara la erupción es escasa, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies casi no existe. La erupción se acompaña de un picor fuerte y persistente. Al principio, aparecen pequeñas manchas redondas y rojizas en la piel. Se denominan máculas. Poco a poco, se elevan sobre la piel y evolucionan en pápulas. Al cabo de unas horas, las pápulas evolucionan a vesículas, pequeñas burbujas llenas de contenido líquido transparente. Las vesículas se localizan en todas las membranas mucosas de la cavidad oral, los genitales y la conjuntiva. Después de 1 ó 2 días las vesículas se agrietan, la secreción se seca y forma una costra marrón que cae después de unas 2 semanas.
Después de la enfermedad de la varicela, se obtiene una inmunidad sostenida. La repetición de la enfermedad se observa en el 1% de los pacientes.
¿Qué es el herpes zóster?
Aproximadamente el 10-20% de los pacientes, que han tenido varicela, desarrollan herpes zóster más adelante como resultado de una recurrencia del virus. Las razones de la reaparición del virus son, en la mayoría de los casos, la reducción de la inmunidad y/o el reencuentro con el virus (contacto con una persona con varicela).
El herpes zóster cursa con un dolor muy intenso y una erupción. La erupción afecta a una zona de la piel inervada desde un nervio periférico concreto.
Puede haber los llamados síntomas preexistentes, como fatiga, dolor muscular, ardor y hormigueo en la zona de la piel, que posteriormente se verá afectada por la erupción. Esto puede ir acompañado de fiebre. Con o sin síntomas previos, el dolor ardiente se produce en una amplia zona de la piel del cuerpo o de la cara (dependiendo del nervio afectado). El dolor puede ser ardiente, agudo o sordo.
Por lo general, entre 1 y 3 días después de la aparición del dolor aparece una erupción característica. En esta fase, el paciente es más contiguo. Hacia el séptimo día desde el comienzo de la enfermedad, las vesículas están agrietadas, la secreción se seca y forma una costra pardusca.
A diferencia de la varicela, el sarpullido del herpes zóster es siempre unilateral y consiste únicamente en vesículas agrupadas con un contenido claro, situadas sobre una base de color rojo. Se localizan en la piel inervada por un nervio concreto. Las zonas de la piel más frecuentemente afectadas son las inervadas por el nervio trigémino, el nervio facial y los nervios intercostales.
Las posibles complicaciones de la infección por herpes zóster son los daños en la visión y la audición, así como la neuralgia post-herpes zóster: dolor intenso en la zona afectada, que continúa durante mucho tiempo después de que desaparezca la erupción cutánea.
El tratamiento de la infección por el virus del herpes zóster depende de la gravedad de la enfermedad. Para las formas leves y moderadas, se administra un tratamiento sintomático: contra la fiebre, el picor o el dolor. Las formas graves de la enfermedad requieren el uso de medicamentos antivirales o inmunoglobulinas.
La mayoría de las personas que padecen herpes zóster son mayores de 50 años o tienen un sistema inmunitario debilitado. Por lo general, después del herpes zóster no se produce un segundo episodio de desarrollo de la enfermedad, lo que implica la creación de inmunidad. En los pacientes con un sistema inmunitario muy debilitado, se observa una tendencia a la aparición repetida y múltiple del herpes zóster.
Diferencia entre varicela y herpes zóster
Definición
Varicela: La varicela es una enfermedad contagiosa causada por la infección del virus de la varicela-zóster.
Zóster: El herpes zóster es una infección de un nervio y de la piel que lo rodea, causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster.
Edad de los pacientes
Varicela: Todas las edades son susceptibles de padecer varicela, pero es mucho más frecuente en los niños.
Zóster: El herpes zóster se da en adultos.
Transmisión
Varicela: La transmisión del virus se produce por una vía de gotitas de aire. El contagio se produce cuando las gotitas que contienen el virus, formadas por los estornudos o la tos de una persona infectada, caen en las vías respiratorias o en los ojos de otras personas.
Sarampión: Después de la varicela, el agente infeccioso permanece latente en los ganglios nerviosos del cuerpo. En determinadas condiciones, el virus se reactiva y se induce el herpes zóster.
Tipo de infección
Varicela: La varicela es una infección primaria.
Zóster: El herpes zóster es una reactivación de una antigua infección.
Síntomas
Varicela: Los síntomas de la varicela son fiebre y erupción cutánea con picor. La erupción aparece, a partir del cuerpo y siempre afecta a la parte peluda de la cabeza. En la cara la erupción es escasa, y en las palmas de las manos y las plantas de los pies casi no existe.
Salpullido: Pueden aparecer síntomas preexistentes como fatiga, dolor muscular, ardor y hormigueo en la zona de la piel, que posteriormente se verá afectada por la erupción. Esto puede ir acompañado de fiebre. El herpes zóster cursa con un dolor muy intenso y una erupción. La erupción afecta a una zona de la piel inervada desde un nervio periférico concreto.
Sarpullido
Varicela: Picazón, vesículas no agrupadas.
Espinillas: Vesículas dolorosas y agrupadas.
Complicaciones
Varicela: La varicela rara vez se complica.
Zóster: El herpes zóster puede dar lugar a complicaciones con mayor frecuencia.
Resumen de la varicela frente al herpes zóster
- La infección por el virus de la varicela-zóster (un representante del grupo de los virus del herpes) se presenta bajo dos formas clínicas: la varicela y el herpes zóster.
- La varicela es una enfermedad contagiosa causada por la infección con el virus de la varicela-zóster.
- El herpes zóster es una infección de un nervio y de la piel que lo rodea, causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster.
- Todas las edades son susceptibles de padecer varicela, pero es mucho más frecuente en los niños. El herpes zóster se da en adultos.
- La transmisión del virus de la varicela se produce por una vía de gotitas de aire. El contagio se produce cuando las gotitas que contienen el virus, formadas por los estornudos o la tos de una persona infectada, caen en las vías respiratorias o en los ojos de otras personas.
- Después de la varicela, el agente infeccioso permanece latente en los ganglios nerviosos del organismo. En determinadas condiciones, el virus se reactiva y se induce el herpes zóster.
- La varicela es una infección primaria, el herpes zóster es una reactivación de una antigua infección.
- La erupción de la varicela está formada por vesículas que pican, no agrupadas. El herpes zóster está formado por vesículas dolorosas y agrupadas.
- La varicela rara vez produce complicaciones. El herpes zóster puede dar lugar a complicaciones con mayor frecuencia.
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Actualmente, trabaja en el Instituto de Investigación Forestal de la Academia Búlgara de Ciencias.
Mariam tiene más de 10 años de experiencia profesional en investigación científica y consultoría medioambiental. Ha trabajado en entornos académicos y sin ánimo de lucro, y ha asesorado a clientes empresariales y autoridades competentes.
Sus principales intereses profesionales se centran en:
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Escritura de contenidos web;
Consultoría medioambiental.
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