Diafragma, cualquier autocar público que recorre regularmente una ruta fija entre dos o más estaciones (etapas). Utilizada en Londres al menos en 1640, y unos 20 años más tarde en París, las diligencias alcanzaron su mayor importancia en Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XIX, donde las nuevas carreteras de macadán hacían los viajes más rápidos y cómodos. En Estados Unidos, los autocares eran el único medio que tenía mucha gente para recorrer largas distancias por tierra. En 1802 se podía viajar en diferentes autocares 1.200 millas (1.900 kilómetros) entre Boston y Savannah, Ga., con un precio total de viaje y alojamiento de 100 dólares. En Inglaterra, en 1828, los autocares circulaban 12 veces al día sólo de Leicester a Londres. También eran muy rápidos; la diligencia Londres-Edimburgo recorría su ruta de 400 millas a una velocidad media de 10 millas por hora. El ensayo de Washington Irving «The Stage Coach» describe un viaje en diligencia en Inglaterra y ofrece una interesante imagen de los cocheros. Muchas de las novelas de Dickens presentan retrospectivamente la gran época de la diligencia. Poco a poco, después de la década de 1840, las diligencias sucumbieron al ferrocarril, aunque siguieron utilizándose en lugares menos accesibles hasta el siglo XX.
Las diligencias han pasado al folclore y la literatura. Pocas películas con un escenario en el Oeste americano estarían completas sin una. Especialmente notable es La diligencia de John Ford, que utiliza el carruaje para presentar una pequeña arca de la humanidad lanzada a reaccionar y aprender unos de otros y así sigue ejemplos literarios como La expedición de Humphry Clinker de Smollett y «Boule de suif» de Maupassant. Ver también carroza de la Concordia; diligencia.